El Consejo Regulador de la DOP Jumilla prepara ya la cuenta atrás para su Certamen de Calidad, que quiere continuar su evolución poniendo en valor la calidad de los vinos de la DOP.
Debido a las circunstancias especiales por la pandemia causada por el COVID, se ha decidido que este año sea el equipo de promoción y su secretaria general quienes se desplacen a Madrid, donde alrededor de 200 vinos competirán en riguroso sistema de cata a ciegas, en la sede de la Unión Española de Catadores, con todas las garantías de seguridad y distancia social de catadores y personal.
El panel de cata, compuesto de críticos de la prensa especializada, catadores de gran experiencia y sumilleres, se reducirá de unos 20 profesionales a la docena, un mínimo requerido para mantener el alto estándar de este certamen, que un año más estará organizado por Enrique Calduch, quien hace ya 26 años llegó a la DOP Jumilla con la intención de dar un impulso, y ser testigo de su evolución hacia la excelencia.
El Certamen de Calidad de Vinos DOP Jumilla siempre propone novedades. Normalmente, su naturaleza es itinerante, ya que se celebra entre Murcia, Albacete y Jumilla, dónde se pensaba celebrar este año entre el 21 y el 22 de mayo. Finalmente, se traslada por primera vez al mes de julio, y por circunstancias excepcionales, también por primera vez se desplaza a Madrid.
La principal novedad de esta 26 edición busca reforzar la importante producción de vinos ecológicos de la DOP, para lo cual se ha incorporado una nueva Mención Especial destinada a los vinos ecológicos. Así, se entregará una mención especial, al Vino ecológico mejor puntuado del Certamen.
A lo largo de estos 26 años el Certamen ha crecido, pasando de las tres categorías en su primera edición hasta las ocho que componen hoy la clasificación, junto a las tres menciones, que suman el protagonismo de la auténtica reina de este territorio, la Monastrell, y el cultivo ecológico, que en la DOP Jumilla supone prácticamente el total de la producción.
Diseño del cartel
El Consejo Regulador mantiene su tradicional cartel anunciador y ha optado por encargar su diseño al jumillano Luis Ruiz Blázquez, diseñador y colaborador habitual del Consejo Regulador, y quien viene diseñando el cartel del Certamen en ocasiones anteriores.
La mano de un viticultor aprieta un racimo de Monastrell, mostrando el esfuerzo del proceso de elaboración desde la viña a la copa. Una copa invisible en la que se encuentra el ansiado líquido evocador que llena cualquier alma, y agrupa la identidad de este territorio protegido que exprime de la Monastrell un vino púrpura, intenso y de brillantes taninos.
El logotipo del certamen, en dorado, valida cada año las altas puntuaciones obtenidas en este certamen.