Emoción, admiración y respeto, se unían el pasado sábado en el Castillo de Jumilla, para reconocer la figura de Francisco Pacheco, como Agricultor del Año 2014, un reconocimiento que entrega la Federación de Peñas de la Fiesta de la Vendimia y el Instituto de la Cultura del Vino de Jumilla, ICV, para premiar la trayectoria de aquellas personas que entregaron su vida al campo, en el noble oficio de la agricultura.
En el acto estuvieron presentes, entre otras personalidades, el alcalde de Jumilla, Enrique Jiménez, el concejal de Agricultura, Francisco Martínez Escandell, los presidentes de la Federación de Peñas y del ICV, Francisco Javier Vázquez y Emiliano Hernández, miembros de la corporación municipal, así como el presidente de la Asociación Murciana de Enólogos, entre otras autoridades.
Acompañado por los sones de la guitarra del joven jumillano Jesús Jiménez, el acto se inició con las palabras de Francisco Javier Vázquez, quién destacó en su intervención la importancia de la figura del agricultor en nuestra localidad "son los padres de la tierra, a la que cuidan y tratan con amor y dedicación para conseguir que den lo mejor de sí". Sobre Francisco Pacheco, afirmó que "su conducta dejó un rumbo muy digno de imitar para sus hijas, un ejemplo de trabajo, esfuerzo, constancia, lucha y sobre todo de persona".
El presidente del ICV por su parte, subrayó en sus palabras, las numerosas circunstancias que hacen de Paco Pacheco, "merecedor con mayúsculas de este reconocimiento", y afirmó que "con este acto ponemos de manifiesto la importancia que ha tenido y tiene para Jumilla nuestra tierra, y con ella, la persona que la ejerce, el agricultor".
El alcalde de Jumilla, Enrique Jiménez, era el encargado de cerrar el turno de intervenciones, ensalzando el destacado papel que desarrollan los y las agriculturas para la sociedad jumillana, "personas, que hacen del amor por la tierra, su forma de vida, y sin a penas darse cuenta, convierten su oficio en el orgullo de Jumilla, porque si de algo debemos sentirnos orgullosos, es de nuestra identidad, y esa identidad nos la da nuestro vino, que empieza en la tierra, la que día a día, trabajan y cuidan los y las agriculturas de Jumilla, con mucho sacrificio, pero con una gran recompensa, construir, mantener y preservar nuestra cultura como ciudad del vino".
Uno de los momentos más emotivos de la noche, se vivió con la entrega de recuerdos, primero del propio Francisco Pacheco a su mujer, después de los nietos del homenajeado, que también premiaron a su abuelo con unas alborgas, y por último, con la entrega del galardón como Agricultor del Año, que Francisco Pacheco agradeció con emoción, dedicándoselo a su familia, "la razón de tanto esfuerzo".
Elena Pacheco, gerente hoy de Bodegas Pacheco en su nueva etapa "Viña Elena", y en nombre de sus hermanas, quiso honrar la figura de su padre, alabando el esfuerzo y la dedicación que desde siempre mostró por la tierra y por su familia, "como una cepa de monastrell que supo buscar agua debajo de las piedras para salir adelante, y dar de si el mejor vino".
Se cerraba así una nueva edición del Agricultor del Año, un reconocimiento que viene a poner en valor, una de las partes más desatadas de la sociedad jumillana, los agricultores y agricultoras, en un emotivo acto, con el que desde ahora, un nuevo nombre se suma a la historia de Jumilla, el de Francisco Pacheco Molina.