Europa

FAADA solicita reunión con el Ayuntamiento de Mijas para tratar el cese de la actividad de los burro-taxis

El objetivo es demostrar al Ayuntamiento que está incumpliendo diversas normativas de bienestar animal y terminar definitivamente con esta cruel actividad

En los años 60 el pueblo de Mijas transformó el trabajo de los burros, que por aquel entonces transportaban piedras, en un atractivo turístico que consistía en llevar a los visitantes a pasear en estos animales por el municipio malagueño, convirtiéndose así, según el propio Ayuntamiento, en un rasgo identificativo y toda una institución. 

Pero desde esa época hasta la actualidad la sociedad ha avanzado mucho y actividades que antes se consideraban aceptables a día de hoy son fuertemente cuestionadas por el perjuicio que ocasionan a los animales, y tanto diversas entidades como la propia ciudadanía se han pronunciado ya en contra de este negocio turístico que se mantiene desde hace 65 años en Mijas. En este sentido, numerosas han sido las preocupaciones expresadas y propuestas de mejora realizadas por muchas organizaciones de bienestar animal y especialistas en équidos, a nivel nacional e internacional. También han manifestado su angustia los propios residentes y los miles de turistas que cada año visitan la localidad, quienes están cansados de presenciar el sufrimiento de los burros día tras día, sin que se respeten siquiera los estándares mínimos de bienestar animal. 

Recientemente se ha conocido el nuevo proyecto que el Ayuntamiento de Mijas pretende elaborar con el fin de acabar con las quejas. Sin embargo, desde FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) creen que podría no tener viabilidad a largo plazo, ya que no soluciona el problema de raíz y, por su experiencia previa, piensan que sólo disfrazará y cambiará, pero no erradicará, el padecimiento de estos animales.

Mientras tanto, estos animales permanecen atados bajo altas temperaturas, trabajando sin descanso —incluso si son geriátricos o sufren cojeras— y expuestos a accidentes, caídas y heridas. Tras largas jornadas de trabajo, son alojados en unos recintos que no cumplen con los requisitos legales mínimos: permanecen atados, sin posibilidad de moverse libremente ni de tumbarse, sobre sus propios orines y excrementos, y en condiciones sin ventilación ni iluminación adecuadas. Esta situación les provoca un alto nivel de estrés, agotamiento físico y posibles afecciones en los cascos, trastornos osteomusculares, problemas respiratorios y alteraciones de comportamiento.  

Hace unas semanas la técnica de équidos de FAADA, Laura Riera, junto con la veterinaria y etóloga equina, Teresa Gamonal, se desplazaron a Mijas para poder comprobar in situ el estado de los animales. Las dos coinciden en que es urgente cerrar esta actividad y desplazar a los burros a unas instalaciones legalizadas donde poder atenderlos correctamente, mientras se llegue a un posible acuerdo con el Ayuntamiento. 

Desde FAADA solicitan con urgencia al Ayuntamiento de Mijas que proceda al realojo inmediato de los burros en instalaciones previamente legalizadas y que cumplan con las condiciones mínimas de bienestar animal exigidas por la normativa vigente (RD 804/2011). Asimismo, aunque ya han mantenido una conversación telefónica con el concejal de movilidad urbana, instan a que se convoque una reunión presencial con su entidad, con el objetivo de poder ofrecer el asesoramiento necesario para poner fin a esta actividad y garantizar a estos animales una jubilación digna y la vida que merecen. 

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