Desde elSindicato de Médicos y Facultativos de Madrid (SIME), federado enCSIT UNIÓN PROFESIONAL, queremos trasladar a la opinión pública nuestra profunda preocupación por la grave situación que atraviesan los profesionales de Atención Primaria (AP) de la Comunidad de Madrid, especialmente médicos de familia y pediatras, como consecuencia de la actual epidemia de gripe y del virus respiratorio sincitial (VRS).
Según la Red de Vigilancia Epidemiológica de la Comunidad de Madrid, las cifras de gripe son alarmantes: en la semana 50, la tasa se sitúa muy por encima del umbral epidémico. Se trata, además, de una situación previsible que se repite año tras año sin que se adopten medidas preventivas.
Esta situación vuelve a poner en evidencia que loscompromisos adquiridos por la Comunidad de Madrid, tanto a través del Plan Integral de Mejora de la Atención Primaria anunciado a partir de 2021 como los acordados tras lahuelga de médicos de familia y pediatrasde finales de 2022 y principios de 2023 (que culminó con un acuerdo en marzo de 2023), no se han desarrollado o lo han hecho de forma claramente insuficiente e inadecuada.
En la actualidad, los centros de salud se encuentran saturados, con un colapso especialmente acusado en las consultas de Medicina de Familia y Pediatría. Las agendas superan ampliamente los límites establecidos en el acuerdo (30 + 4 pacientes en Medicina de Familia y 20 + 4 pacientes en Pediatría). Estas cifras no solo se incumplen de forma sistemática, sino que se han convertido en la norma, con el consiguiente impacto negativo en la calidad asistencial, la seguridad del paciente y la salud física y mental de los profesionales.
A esta sobrecarga se suma laincapacidad real para contratar nuevos profesionales, agravada por la falta de planificación y por la escasa atracción del sistema madrileño. Los denominadosmódulos de jornada complementaria, que deben asumir los propios profesionales, se han demostrado ineficaces para absorber el incremento de la demanda asistencial. Desde esta Organización Sindical ya advertimos de que se trataba de una medida excepcional y temporal; sin embargo, lleva más de cinco años implantada, sin evidencia de efectividad y con el único resultado de incrementar de forma sostenidala carga laboralde los profesionales.
Además, no se ha informado de un refuerzo suficiente de otras categorías profesionales (enfermería, administrativos, TCAEs, celadores, etc.) que permita organizar y redistribuir la demanda asistencial generada por esta epidemia, lo que contribuye aún más al colapso del sistema.
Asimismo, echamos en faltacampañas institucionales dirigidas a la poblaciónque fomenten un uso adecuado, responsable y racional de los servicios sanitarios, especialmente de la Atención Primaria. Resulta especialmente grave que, tratándose de una situación epidemiológica previsible y conocida con antelación (incluida la coincidencia y el adelanto de los picos de gripe y VRS en 2025), no se haya actuado con medidas preventivas ni de planificación.
Desde SIME exigimos, de manera urgente:
Puesta en marcha inmediata de campañas institucionales de educación sanitaria dirigidas a la población sobre el uso adecuado, responsable y racional de los servicios sanitarios, especialmente en periodos epidémicos previsibles.
Contratación inmediata de profesionales de refuerzo, tanto de categorías sanitarias como no sanitarias, mediante un plan de emergencia específico para hacer frente a la epidemia de infecciones respiratorias agudas (gripe y VRS), evitando que esta sobrecarga recaiga exclusivamente sobre los profesionales ya exhaustos de AP yque garanticeuna asistencia segura tanto para el profesional como para el usuario.
Rescatar de forma temporal a profesionales sanitarios, especialmente en las categorías deMedicina de Familia y Pediatría, que cuenten conacreditación para el ejercicio en Atención Primariay que en la actualidad desarrollan actividad no asistencial, desempeñan funciones en otros ámbitos asistenciales o puestos distintos al de médico de familia o pediatra de Atención Primaria, con el fin de reforzar de manera inmediata la capacidad asistencial de los centros de salud durante la situación de emergencia epidémica.
Puesta en marcha de sistemas de valoración y clasificación de la demanda no presencial, ya sean telefónicos, digitales o mixtos, con el objetivo de orientar adecuadamente la demanda específica relacionada con las infecciones respiratorias agudas, priorizar los casos que realmente precisan valoración médica presencial y mejorar la eficiencia del sistema. La optimización de los recursos y el uso adecuado de los mismos resulta imprescindible.
Desarrollo de circuitos asistenciales diferenciados para patología respiratoria aguda en periodos epidémicos, con recursos humanos y organizativos propios, que eviten el colapso generalizado de las consultas ordinarias.
Cumplimiento estricto de loslímites máximos de pacientes por agenda, con bloqueo automático cuando se superen. Sobredimensionar las consultas supone una merma de la calidad asistencial y, por tanto, de la seguridad en el ejercicio de esta.
Obligación deemitirdocumentación clínica y administrativa, como la baja laboral, por todos los profesionales acreditados para ello, conforme a la normativa vigente, evitando cargas innecesarias y exclusivas sobre los médicos de familia, que agravan el colapso asistencial.
SIME, federado en CSIT UNIÓN PROFESIONAL, seguirá denunciando esta situación y defendiendo una Atención Primaria pública, fuerte y sostenible, que garantice una asistencia en condiciones de calidad y seguridad para los usuarios.