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Rodrigo Blanco: Abriendo las puertas del real estate estadounidense a Latinoamérica

El emprendedor guatemalteco democratiza la inversión inmobiliaria en EE.UU. para latinoamericanos, con un portafolio de más de US$20 millones y una nueva apuesta por terrenos en Texas accesibles sin bancos

En una era de volatilidad económica global, donde las monedas latinoamericanas fluctúan y las oportunidades locales parecen limitadas, un emprendedor guatemalteco ha encontrado una fórmula simple pero poderosa: llevar el capital de América Latina al corazón del mercado inmobiliario estadounidense.

Rodrigo Blanco, de 40 años, no es un magnate de Wall Street, ni un especulador de Silicon Valley. Es un empresario pragmático que opera desde Guatemala y Estados Unidos, al frente de Portafolio Diversificado, una firma que administra más de US$20 millones en propiedades residenciales del Midwest y que recientemente lanzó Terra Funded, una plataforma innovadora para adquirir terrenos rurales en Texas con financiamiento interno y enganches tan bajos como US$15,000.

"El dólar sigue siendo el dólar", dice Blanco con una convicción serena. "Estados Unidos ofrece la estabilidad jurídica y económica que muchas familias latinoamericanas buscan para proteger y hacer crecer su patrimonio. Nuestro rol es eliminar las barreras que históricamente han hecho esto imposible para el inversionista promedio".

Un modelo de transparencia radical

Lo que distingue a Blanco no es solo el volumen —más de 300 inversionistas de Guatemala, México, Colombia, El Salvador, Costa Rica y Panamá—, sino la obsesión por la transparencia. En un sector plagado de opacidad, Portafolio Diversificado opera con integración vertical: adquiere las propiedades más deterioradas de barrios estables, las remodela con equipos propios, obtiene avalúos bancarios independientes y transfiere títulos a través de compañías de títulos estadounidenses reconocidas.

Los inversionistas reciben fotos, videos y reportes detallados en cada etapa. "Cuando alguien invierte por primera vez desde otro continente, la confianza no se negocia", explica. El resultado: propiedades llave en mano que generan renta pasiva en dólares, en mercados como Cleveland y St. Louis, donde la demanda de vivienda accesible permanece sólida incluso ante tasas de interés fluctuantes.

La nueva frontera: Terra Funded

Mientras el modelo residencial atiende a quienes viven fuera de EE.UU., Terra Funded apunta a un segmento diferente: familias latinas ya residentes en el país, muchas de ellas trabajadoras que sueñan con su propio terreno pero enfrentan barreras crediticias tradicionales.

Con parcelas de 10 acres, financiamiento directo y sin burós de crédito, Blanco está democratizando el "land banking" en Texas. "Prefiero que una familia sea 100% dueña de su terreno a que posea el 1% de cien propiedades", afirma, rechazando tendencias como la tokenización o la inversión fraccionada. "Queremos propietarios reales, con títulos en la mano".

En un contexto macro favorable —tasas DSCR a 30 años en descenso y mercados de vivienda accesible estables—, Blanco ve los próximos cinco años como una oportunidad para ayudar a más de 1,000 familias latinoamericanas a cruzar esa barrera.

El sueño americano, versión 2.0

Blanco no habla de disrupción tecnológica ni de unicornios. Habla de puentes: entre el capital latinoamericano y el mercado inmobiliario más grande del mundo; entre la renta pasiva y la propiedad tangible; entre la aspiración y la realidad.

En un mundo donde el acceso a la propiedad parece retroceder para la clase media global, Rodrigo Blanco está construyendo un camino alternativo. Uno enganche bajo a la vez, está redefiniendo lo que significa cumplir el sueño americano en el siglo XXI —no solo para estadounidenses, sino para toda una generación de latinoamericanos que miran al norte en busca de estabilidad duradera.

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