Un estudio de SD Worx dibuja el perfil de una nueva generación de trabajadores que reporta mayores niveles de presión y desapego, y que prioriza la flexibilidad como factor de permanencia en la empresa

Una nueva generación de profesionales está redefiniendo las prioridades del mercado laboral en España. Según la investigación internacional realizada por SD Worx, proveedor líder europeo de soluciones de RRHH, el talento joven se enfrenta a mayores niveles de presión y muestra un desapego creciente, lo que dispara el riesgo de fuga de talento en las empresas. La investigación, realizada a más de 16.000 empleados en Europa, 1.000 de ellos en España, ofrece una radiografía precisa de sus preocupaciones y comportamientos.

La presión y la salud mental, principales focos de tensión entre los jóvenes

El estudio revela que la fuerza laboral menor de 35 años es la que reporta mayores niveles de estrés. El 41% de ellos afirma sentirse presionado a trabajar aun estando enfermo, la cifra más elevada de todas las franjas de edad. Además, este entorno laboral tiene un reflejo en su bienestar: el 30% de los jóvenes considera que su empleo actual afecta negativamente a su salud mental, un porcentaje diez puntos superior al de los mayores de 55 años (20%).

La respuesta a la presión: desapego y mayor absentismo 

Paralelamente, la investigación de SD Worx constata un cambio en la forma en que los jóvenes se relacionan con sus responsabilidades y su actitud frente al trabajo, marcada por mayores tasas de absentismo. Uno de cada 5 jóvenes (20%) reconoce haberse ausentado de su puesto de trabajo sin un motivo válido durante el último año. Esta cifra puede ser solo la punta del iceberg de un fenómeno mucho más profundo, como la consolidación de la “Generación Burnout”.

Los jóvenes trabajadores, lejos de ser apáticos, se sienten bajo una gran presión, y, como consecuencia, su compromiso se resiente. El 40% de los jóvenes admite centrarse exclusivamente en lo estrictamente necesario en lo que se refiere al trabajo.

"Estos datos no dibujan a una generación desleal, sino a una que nos envía una llamada de atención urgente. El contrato social con el empleado ha cambiado", afirma Carlos Pardo, director general de SD Worx España. "El absentismo y el 'compromiso mínimo' no son la causa del problema, son el síntoma de un modelo laboral tradicional que está llegando a su límite y que ha dejado de funcionar para los más jóvenes".

El riesgo de fuga de talento se duplica entre las nuevas generaciones

Esta situación se traduce en una clara intención de cambiar de aires. Según los datos del informe, casi la mitad de los trabajadores menores de 25 años (48%) está buscando activamente otro empleo fuera de su empresa, cifra que se mantiene en un 46% en la franja de 25 a 35 años. Estos porcentajes contrastan con el de los mayores de 55 años, donde solo un 21% busca un nuevo puesto de trabajo, evidenciando que el riesgo de rotación se concentra en el talento más joven.

La flexibilidad, una demanda clave e innegociable que redefine el salario emocional

Frente a la fuga de talento, los jóvenes profesionales tienen una demanda clara: la flexibilidad. Para los menores de 35 años, el trabajo híbrido es la modalidad preferida (37,1%) y la opción de un horario flexible (eligiendo hora de inicio y fin) es crucial para un 30,1%, frente a solo el 18% de los mayores de 55. Además, el interés por la semana laboral de cuatro días es notablemente más alto en este colectivo (20,4%), consolidándose no como un beneficio, sino como una expectativa fundamental que forma parte de su nuevo "salario emocional".

“La pregunta que deben hacerse los líderes empresariales ya no es por qué se van, sino qué necesitan para quedarse”, añade Carlos Pardo. “Y la respuesta está en los datos. Cuando vemos que el mismo grupo que sufre más presión es el que más valora la flexibilidad, entendemos que no se trata de una preferencia, sino de una necesidad para conciliar y mantener el bienestar. No se trata de hechos aislados, sino de señales que indican una necesidad urgente de evolucionar hacia culturas corporativas basadas en la flexibilidad, la confianza y el cuidado del empleado. Las empresas que sepan leer estas señales y actúen en consecuencia no solo retendrán a su talento joven, sino que atraerán al de la competencia”.