Automoción y transporte presentan el balance coste-beneficio más favorable en la aplicación de normas, demostrando su capacidad para transformar la eficiencia en ventajas competitivas.
El sector de la automoción y el transporte se consolida como uno de los sectores más avanzados en implantación y certificación de normas técnicas. En este sentido, más del 85% de las empresas reconoce que las normas reducen errores en los procesos de producción y en la cadena de suministro, mientras que un 82% destaca su papel en la interoperabilidad entre sistemas y componentes.
Esta es una de las principales conclusiones del Estudio “Impacto económico de la normalización en España”, realizado por el Centro de Estrategia y Prospectiva Industrial (CEPI), entidad impulsada por el Ministerio de Industria y Turismo y la Fundación EOI. Un estudio elaborado tanto a nivel macroeconómico, analizando el período 1980-2022, y que ha utilizado como referencia la guía metodológica internacional de ISO, lo que permite establecer comparativas con otros países; como a nivel microeconómico, a través de una encuesta a 600 empresas industriales. A raíz de la misma, se han extraído hallazgos y conclusiones destacables como las del sector de la automoción y el transporte.
El estudio indica que más de ocho de cada diez empresas de automoción y transporte aplican o certifican normas. En concreto, el 67% están certificadas y un 17% se rigen por los conocimientos técnicos y aplicaciones recogidos en las normas, situándose entre los sectores más avanzados a nivel de certificación del tejido industrial español, junto con el sector químico y de equipamiento electrónico. Los resultados de la encuesta afirman que la certificación, en las empresas de automoción y transporte, amplifica los efectos positivos sobre la productividad, la innovación y la internacionalización.
Las normas actúan como un lenguaje común que permite integrar procesos, componentes y sistemas a lo largo de toda la cadena de valor, favoreciendo la eficiencia, la interoperabilidad y la difusión de nuevas tecnologías. Este impulso a la mejora continua sitúa a la automoción entre los sectores más avanzados y competitivos del tejido industrial español, con un alto nivel de certificación y de alineamiento con los estándares internacionales.
“Las normas técnicas están acelerando el rendimiento de sectores estratégicos como la automoción y el transporte. Su adopción y certificación convierten la eficiencia en resultados medibles y reconocibles en los mercados internacionales”, ha subrayado Javier García, director general de UNE y vicepresidente de ISO.
Por último, el informe destaca que las empresas de Automoción y material de transporte muestran uno de los balances coste-beneficio más favorables, al haber logrado optimizar la implantación de normas y capitalizar sus beneficios. Este indicador refleja la relación entre los recursos invertidos por las empresas en la aplicación y certificación de normas, como formación, auditorías o adaptación de procesos, y los retornos obtenidos en términos de eficiencia, innovación y competitividad. En el caso de la automoción, esa relación es especialmente positiva: las compañías consiguen mejoras tangibles en productividad, calidad y acceso a mercados internacionales que compensan con creces la inversión inicial. Esta combinación de alto grado de certificación, eficiencia operativa y alineamiento con estándares globales explica que el sector figure entre los que transforman mejor la normalización en ventajas competitivas medibles y sostenibles.