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Caída del cabello estacional: cómo diferenciarla de un problema mayor

"Se trata de un fenómeno natural y está relacionada con el ciclo de crecimiento del cabello, influido por factores hormonales, ambientales y genéticos; y generalmente, es más notoria en otoño y en menor medida, en primavera", explica la Dra. Soto, de Hospital Capilar

Suele durar de 2 a 3 meses; no hay zonas de calvicie o aclaramiento visible; el cabello se cae de forma difusa y generalizada; coincide con cambios estacionales (primavera u otoño) y no hay síntomas como picazón intensa, inflamación o dolor en el cuero cabelludo

Con la llegada del otoño, muchas personas comienzan a notar un aumento en la caída del cabello y, por ende, a preocuparse por ello. Sin embargo, muchos no saben diferenciar si realmente se trata de una caída estacional al uso, o si puede ser un problema mayor. Por ello, desde Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, explican cómo identificar correctamente la caída estacional.

"Se trata de un fenómeno natural y está relacionada con el ciclo de crecimiento del cabello, influido por factores hormonales, ambientales y genéticos. Generalmente, la caída es más notoria en otoño (especialmente entre septiembre y noviembre en el hemisferio norte) y, en menor medida, en primavera", expone la Dra. Soto, de Hospital.

Así, tal y como añade la experta, esto se debe a dos motivos. El primero de ellos es por los cambios en la exposición solar, ya que en verano hay mayor exposición, lo que puede prolongar la fase de crecimiento (anágena) y luego, al disminuir la luz solar en otoño, más cabellos entran en fase de caída (telógena). Por otro lado, también se debe a los ciclos biológicos similares a la muda estacional en algunos mamíferos, aunque en humanos esto es más sutil.

¿Cómo funciona el ciclo del cabello?

Al respecto, es importante recordar cómo funciona el crecimiento del cabello, que, aunque no es igual para todas las personas, ya que depende de la genética, la edad, el sexo, el estado hormonal y de salud, así como los hábitos alimenticios y de vida, tiene tres fases principales:

Anágena (fase de crecimiento): dura de 2 a 6 años y el 85% del cabello se encuentra en esta fase.

Catágena (fase de transición): dura unas 2-3 semanas y es donde el folículo se encoge.

Telógena (reposo/caída): dura unos 2-3 meses y el cabello finalmente se cae y es reemplazado.

¿Cómo saber si la caída del cabello es estacional?

En líneas generales, como subraya la Dra. Soto, de Hospital Capilar, hay varios indicadores que destacan en una caída estacional: "Suele durar de 2 a 3 meses; no hay zonas de calvicie o aclaramiento visible; el cabello se cae de forma difusa y generalizada; coincide con cambios estacionales (primavera u otoño) y no hay síntomas como picazón intensa, inflamación o dolor en el cuero cabelludo".

Por el contrario, la caída puede deberse a un problema mayor si dura más de 3-4 meses; hay zonas despobladas o alopecia en placas; hay antecedentes familiares de alopecia androgenética; se presenta con otros síntomas como debilidad de uñas, fatiga (puede haber anemia), descamación o enrojecimiento; o si la persona ha tenido algún evento reciente de salud como fiebre, Covid-19 o una cirugía. En estos casos, como recuerdan desde Hospital Capilar, se recomienda acudir a un dermatólogo o tricólogo para evaluación con tricoscopia y análisis de sangre.

Además de los factores estacionales, apunta la Dra. Soto, hay otros elementos que pueden agravar esta caída:

Estrés físico o emocional (como el estrés postvacacional o laboral).

Cambios hormonales (ej. postparto, suspender anticonceptivos).

Deficiencias nutricionales: falta de hierro, zinc, biotina o proteínas.

Enfermedades o infecciones recientes, incluyendo fiebre alta (por ejemplo, tras infecciones virales).

Exposición a radiación UV excesiva durante el verano.

Mala higiene o exceso de productos agresivos.

Uso excesivo de calor o tracción en peinados.

¿Se puede reducir la caída del cabello estacional?

En palabras de la doctora de Hospital Capilar, la caída estacional no se puede evitar completamente, pero se puede minimizar con diferentes estrategias como: una nutrición adecuada (rica en hierro, zinc, biotina, omega-3 y proteínas); suplementos específicos (si hay deficiencias y siempre bajo supervisión médica); con masajes capilares para estimular la circulación del cuero cabelludo; con el uso de champús suaves y sin sulfatos agresivos; evitando el calor excesivo o los peinados muy tirantes; controlando el estrés mediante ejercicio, descanso adecuado y técnicas de relación; y, por último, con suplementos con L-citina, vitaminas del grupo B y mijo (efectivos en caída telógena).

La rutina perfecta para reducir la caída del cabello estacional

Si se trata de una caída del cabello estacional, es decir, que se da en primavera u otoño, estas son las recomendaciones de la doctora Soto, de Hospital Capilar, para mantener el pelo lo más cuidado posible:

Uso de champús fortificantes o anticaída (con cafeína, biotina, arginina, etc.).

Aplicar ampollas o lociones estimulantes (por ejemplo, con aminexil, placenta vegetal, niacinamida).

Masajes en el cuero cabelludo 2-3 veces por semana.

Incorporar suplementos nutricionales si hay evidencia de deficiencia.

No abusar de coloraciones, alisados, ni productos agresivos.

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