Desde hace años, el Ayuntamiento viene realizando actos institucionales para defender la libertad y reivindicar los derechos de las personas LGBTIQA+ a través de la lectura de manifiesto y la colocación de la bandera en el balcón.
Estos actos son importantes porque visibilizan a un colectivo que, a pesar de los avances en derechos, todavía tiene que convivir con la discriminación y el odio, sobre todo en los últimos años en los que la ultraderecha ha entrado en los gobiernos.
Sin embargo, este año el PP se ha posicionado en contra de visibilizar en acto institucional el día del Orgullo, plegándose a las exigencias del concejal de ultraderecha a cambio de su apoyo en sus distintas propuestas, como el presupuesto municipal. Es indigno que el equipo de gobierno haya cedido ante las consignas de ultraderecha contra el colectivo LGBTI y no coloque la bandera que también representa a la sociedad jumillana.
No es la primera vez que el PP hace lo que el concejal ultra le dicta puesto que en marzo de este año tampoco se realizó acto institucional el 8 de marzo, Día de la Mujer. No hubo manifiesto ni concentración por parte del Ayuntamiento, el PP prefirió mantener el apoyo de Vox, a defender la igualdad y reivindicar el papel de las mujeres en nuestra sociedad.
Por primera vez desde 2015, se hacen concesiones a la ultraderecha inquisitorial a costa del retroceso de los derechos civiles y fundamentales de colectivos que, precisamente, ahora se están viendo amenazados, fruto del odio y la persecución.
La institución municipal debe representarnos a todos y todas y velar por los derechos de toda la ciudadanía jumillana.