"Existen múltiples guías publicadas, pero vimos la necesidad de que los pacientes tuvieran un manual útil, accesible, fácil de entender; en definitiva, práctico para ellos/as y que respondiera a sus principales dudas", subrayan las enfermeras autoras de la guía
La publicación ha sido impulsada por el Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI) en colaboración con Bexen Medical, y fue presentada en la tarde de ayer. Se puede descargar clicando en este enlace.
Un grupo integrado por 9 enfermeras que trabajan en Gipuzkoa ha elaborado una nueva "Guía para pacientes de nutrición parenteral", en la que dan respuesta a las principales preguntas e inquietudes que manifiestan las personas que conviven con este tipo de nutrición. Además de a pacientes, se dirige también a enfermeras/os que deseen contar con una nueva herramienta para trasladar información a pacientes de una manera útil y cercana.
La guía condensa de manera resumida aspectos cruciales relacionados con la administración, conservación, seguimiento o recomendaciones prácticas en nutrición parenteral, tanto en el ámbito hospitalario como en domicilio. Tal y como han explicado durante la presentación, existen múltiples guías publicadas sobre nutrición parenteral, "pero nosotras queríamos y veíamos la necesidad de que los y las pacientes tuvieran un manual útil, accesible, fácil de entender, y, en definitiva, práctico para ellos".
Con ese objetivo constituyeron un equipo de trabajo integrado por enfermeras de distintos servicios del hospital (Farmacia, Cirugía, Digestivo, Oncología y Hospitalización a domicilio), así como de atención primaria y domiciliaria. El grupo está integrado por: Almudena Álvarez, Ana Mª Bárcena, Ana Isabel Domínguez, Mª Luisa Insausti, Ione Labaka, Edurne Lizarazu, Jon Revilla, Rosa María Zapata y Garazi Murguialday.
Todos ellos han trabajado y mantenido reuniones periódicas durante varios meses para analizar las guías existentes, revisar bibliografía, determinar la información que consideraban esencial, "y valorar de qué modo y con qué palabras podríamos hacer llegar nuestro mensaje para una lectura fácil, clara, y de diseño atractivo", han señalado.
Durante la sesión informativa han explicado que los principales riesgos en la administración de nutrición parenteral son las infecciones relacionadas con el catéter y los desequilibrios electrolíticos. "Un seguimiento cercano y una manipulación adecuada del equipo son esenciales para evitar complicaciones". En este sentido, han incidido en que la prevención es clave: "La higiene y los controles constantes pueden evitar la mayoría de complicaciones".
En el caso de las personas que reciben la nutrición por vía parenteral en su domicilio, las enfermeras han explicado que las principales dificultades que afrontan tienen que ver con la correcta manipulación del equipo, el manejo de la bomba de infusión, y el seguimiento de las pautas de asepsia. "Es un proceso que puede resultar intimidante al principio, pero con la formación adecuada y a base de repetirlo con vigilancia, los pacientes y su entorno consiguen manejarlo bien. Es bonito observar cómo van haciendo el proceso de aprendizaje, sintiéndose cada vez más seguros. Es importante el acompañamiento por parte de la enfermera durante todo este camino", han subrayado.
Recomiendan a los pacientes "tener mucha paciencia al principio. Con la práctica, el manejo de la nutrición parenteral, se convierte en un hábito más".
A las compañeras les recuerdan que es clave "seguir estrictamente los protocolos y mantener una comunicación cercana con el paciente y, por supuesto, comprobar el paciente, el medicamento, la dosis, la vía y la hora correctos. Además, tenemos que estar siempre atentas a cualquier signo de complicación", han destacado.
Aspectos sobre la administración de nutrición parenteral
La nutrición parenteral, un método de alimentación en el que los nutrientes se administran directamente en el torrente sanguíneo evitando el sistema digestivo. Se administra a través de una vía venosa, que puede ser central o periférica, dependiendo de la duración del tratamiento. El protocolo incluye un seguimiento constante de los parámetros del paciente, como la glucosa en sangre y el balance hídrico, entre otros. En cuanto al procedimiento de administración, se utiliza una bomba de perfusión para asegurar una administración continua y precisa de los nutrientes.
Se prepara en las farmacias hospitalarias bajo estrictos controles de seguridad y calidad en las campanas que son salas que están limpias (como en quirófano) "y nos tenemos que vestir para evitar contaminar. Es una fórmula personalizada que varía según las necesidades de cada paciente", apuntan las autoras de la guía.
Así, cada paciente recibe una fórmula personalizada basada en su estado de salud, peso, edad y necesidades nutricionales específicas. "No es una fórmula genérica; cada bolsa tiene la proporción exacta de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales", concluyen.