En el acelerado mundo actual, la meditación se ha convertido en una práctica ampliamente recomendada para mejorar el bienestar físico y mental. Sin embargo, persisten malentendidos sobre su verdadero propósito. Uno de los más comunes es la creencia de que meditar implica "poner la mente en blanco".
Según Alex Hick de Sentirme Mejor, centro especializado en técnicas de meditación, este mito no solo es incorrecto, sino que también puede generar frustración en quienes comienzan su práctica. La meditación, lejos de exigir un estado de vacío mental, se centra en observar los pensamientos y aprender a gestionarlos, promoviendo así una mayor conciencia y tranquilidad.
La mente en blanco: un mito que limita la práctica
La idea de que para meditar es necesario vaciar la mente ha sido desmentida por expertos en meditación y bienestar. Como explica Sentirme Mejor, la mente tiene la capacidad natural de producir pensamientos de forma constante; intentar eliminarlos por completo es ir contra su naturaleza.
Este enfoque erróneo provoca que muchas personas abandonen la meditación antes de disfrutar de sus beneficios. En lugar de bloquear los pensamientos, la meditación se enfoca en aceptarlos sin juicio y en redirigir la atención hacia un punto concreto, como la respiración, un mantra o las sensaciones del cuerpo.
Según el centro, esta práctica ofrece la oportunidad de observar los pensamientos desde una perspectiva más relajada, lo que reduce su impacto emocional. Lejos de plantear una lucha contra la mente, la meditación actúa como una herramienta para desarrollar paciencia, autocompasión y claridad mental.
Qué implica realmente meditar
Sentirme Mejor explica que la meditación para principiantes consiste en entrenar la atención. En lugar de eliminar los pensamientos, la práctica se enfoca en convivir con ellos de manera consciente y sin juicio. Es común que la mente divague durante una sesión, y reconocer este hecho para regresar al objeto de atención forma parte esencial del proceso meditativo. Este enfoque permite establecer una relación más saludable con los propios pensamientos.
Entre los beneficios de este enfoque se incluyen la reducción del estrés, la mejora de la concentración y el aumento de la resiliencia emocional. También fomenta una mayor creatividad, mejora la calidad del sueño y fortalece el sistema inmunológico al reducir los efectos fisiológicos del estrés crónico. El centro añade que cualquier persona puede meditar, sin importar su experiencia previa, ya que no es necesario alcanzar un estado de silencio mental perfecto, sino dedicar tiempo a observar el presente con curiosidad y aceptación.
La meditación, según lo expuesto por Sentirme Mejor, se centra en la construcción de una relación consciente con los propios pensamientos, lejos de perseguir ideales inalcanzables. Este enfoque práctico y accesible facilita que más personas incorporen la meditación en su vida diaria, lo que abre paso a una mayor serenidad, equilibrio emocional y conexión con uno mismo.
Una buena alternativa para quienes no consiguen concentrar
El breathwork puede ser una excelente alternativa a la meditación para quienes encuentran difícil concentrarse o aquietar la mente. A diferencia de la meditación tradicional, que a menudo requiere un enfoque pasivo en el momento presente, el breathwork involucra ejercicios más dinámicos que mantienen la mente ocupada a través de conteos, patrones respiratorios y movimientos conscientes.
Esta actividad estructurada no solo facilita la atención plena al proporcionar un punto de enfoque claro, sino que también permite experimentar beneficios físicos y emocionales de manera más inmediata. En el caso de quienes han tenido dificultades con la meditación, probar un curso de breathwork podría ser el camino ideal para descubrir una práctica transformadora que se adapta mejor a sus necesidades.