En un mercado inmobiliario en constante evolución, los inversores buscan estrategias innovadoras para obtener rendimientos que superen la clásica rentabilidad que ha venido ofreciendo este tipo de activos que suele oscilar entre 4 % al 7 %.
Esta es, o mejor dicho, esta ha sido la rentabilidad esperada de la inversión en inmuebles durante muchos años. Pero esto ha cambiado.
Y es que con la aparición de las nuevas tecnologías, se ha revolucionado el sector de la inversión inmobiliaria donde es posible conseguir rentabilidades esperadas superiores al 12 % en el mercado tradicional.
Otros enfoques como el alquiler turístico, por habitaciones o el flipping, permiten superar con creces este objetivo, llegando a más del 20 %.
Roger Cassà, CEO de Cassà Investments, con más de 20 años de experiencia en el sector inmobiliario, explica que “el pequeño y mediano inversor despertó con la aparición del alquiler turístico con portales como Airbnb y ha tomado la iniciativa. Ahora está mucho más informado y exige rentabilidades que le permitan tener un sueldo extra. Aquí es donde un servicio como el de Cassà Investments, a través de un personal shopper, marca la diferencia para obtener rentabilidades muy superiores en lugares con alto potencial de revalorización”.
En concreto, según informa, ahora hay 4 grandes triunfadores:
Alquiler turístico
El alquiler turístico ha ganado popularidad gracias a plataformas como Airbnb y Booking. La flexibilidad en las tarifas diarias permite a los propietarios adaptarse a la demanda estacional, maximizando así los ingresos. Además, los destinos turísticos pueden generar rendimientos superiores al 18 % con facilidad, especialmente en áreas de alta demanda, aunque su impacto fiscal es superior en la renta.
Alquiler por habitaciones
La opción de alquiler por habitaciones se presenta como una alternativa eficiente. Segmentar una propiedad para alquilar habitaciones individualmente puede aumentar los ingresos mensuales. Este enfoque es particularmente atractivo en áreas urbanas con alta demanda de alquiler a corto plazo. Al contrario de lo que pueda parecer, no suele generar mucho trabajo y puede generar rentabilidad en torno al 15% y se beneficia de una buena fiscalidad.
Flipping
El flipping implica comprar propiedades, renovarlas y venderlas a un precio más alto. Aunque implica un mayor riesgo y esfuerzo inicial, puede generar ganancias significativas en un corto período. La clave radica en identificar oportunidades de inversión sólidas y ejecutar remodelaciones eficientes. La revalorización en estos casos puede superar el 25% y suelen ejecutarse los proyectos en menos de un año.
Alquiler tradicional
Aunque más estable, el alquiler tradicional sigue siendo una estrategia sólida. Proporciona un flujo de ingresos constante y a largo plazo, con contratos de arrendamiento que ofrecen seguridad a los propietarios. Sin embargo, el rendimiento puede variar según la ubicación, la oferta y la demanda locales. Según Roger Cassà, una buena elección del activo a través de un personal shopper puede superar el 10 % de rentabilidad, ganando ampliamente al 4-7 % del mercado.
En conclusión, el mercado inmobiliario ofrece diversas opciones para lograr rendimientos superiores al 10%. Los inversores ya no se conforman con las rentabilidades como las de antes.