La cooperativa de telefonía e Internet Somos Conexión ha presentado su nueva guía para las familias con consejos y recomendaciones para criar sin pantallas, advirtiendo de los riesgos del uso excesivo y la sobre exposición en niños de hasta 3 años.

Mercè Botella, socia fundadora de la cooperativa, y Anna Ramis, pedagoga y asesora escolar y familiar e impulsora del Manifiesto Infancia y Pantallas y de la campaña #de0a3PantallesRES, instan a que se evite por completo el uso de pantallas en los menores de 3 años.

La cooperativa de telefonía e internet sin ánimo de lucro Somos Conexión ha presentado este jueves su nueva guía para las familias sobre el uso de dispositivos tecnológicos entre los niños de 0 a 3 años. En este manual, titulado “Despantállame”, se explican los riesgos del uso excesivo de las pantallas en menores y se incluyen consejos y recomendaciones para la crianza por parte de expertos.

El documento, que también estará disponible próximamente en formato físico, se ofrecerá a unos 10.000 centros de educación infantil y a las familias que lo soliciten. Mercè Botella, socia fundadora de Somos Conexión, ha explicado que desde la cooperativa se viene trabajando en el proyecto “Infancia y Pantallas” con talleres, folletos y trabajo en red con plataformas ciudadanas y expertos para elaborar estas guías de acompañamiento a las familias.

“Se trata de la segunda guía en la que trabajamos, después del éxito de la ‘Guía para familias crueles y malvadas’ que explicaba a padres y madres el proceso de incorporación del teléfono móvil para preadolescentes”, ha detallado Botella durante la rueda de prensa de presentación del documento. En el caso de la guía anterior, se distribuyeron 60.000 ejemplares a través de más de 300 centros educativos y 500 usuarios de la cooperativa.

Las pantallas reducen la actividad cognitiva de los niños

Precisamente, la dependencia de los menores a las pantallas plantea graves problemas de salud pública, y es que el tiempo que los menores dedican al entretenimiento digital ha aumentado significativamente a raíz del confinamiento. En ese momento, según un informe de UNICEF, los más pequeños usaron pantallas a diario durante casi cuatro horas, un 76% más que antes de la pandemia.

Anna Ramis, pedagoga y asesora escolar y familiar, ha explicado que “mientras un niño está quieto frente a una pantalla, no hace lo que necesita: moverse, jugar, interactuar con otros o explorar su entorno”.

En este sentido, la experta ha advertido de la importancia del buen ejemplo, ya que las pantallas en manos de los adultos cuidadores les distraen de mirar, observar y atender a los niños, que necesitan atención amorosa y continuada de sus adultos de referencia.

Botella explica que “simplemente dedicando más tiempo a conversar en vivo a través de actividades cotidianas como la hora de la cena o un trayecto en coche, se transmiten unas prácticas más saludables y con un uso reducido de las pantallas”.

En última instancia, desde Somos Conexión hacen un llamamiento a todas las familias para que limiten y controlen el uso de pantallas por parte de niños y adolescentes: “La mejor manera de transmitir cómo es un uso saludable del móvil a los adolescentes es siendo un ejemplo, no imponiéndolo”.