Desde mediados de 2021 nos enfrentamos a una importante escalada de precios provocada inicialmente por restricciones en la oferta que ha provocado un importante rally en la inflación. Este encarecimiento en el nivel de precios de forma continuada supone una significativa pérdida de poder adquisitivo, el dinero pierde parte de su valor, y nuestro ahorro se devalúa al mismo tiempo que disminuye la tasa de ahorro sobre la renta disponible. A finales de 2022 la tasa de ahorro se situaba en el 7,2%, muy lejos del 8,2% del 2019, y del 13,8% de 2021.
A esto hay que sumarle que, como arma para combatir la inflación, los Bancos Centrales han subido aceleradamente los tipos de interés hasta llegar al 4% en la zona euro, lo que restringe aún más la renta disponible para todos aquellos que tienen un préstamo y ven cómo se encarecen sus cuotas mensuales.
Para completar el escenario, hay que destacar que en el caso de España y como consecuencia de la reducción de los precios energéticos, actualmente la inflación general se encuentra ya por debajo del objetivo del 2%, 1,9%, aunque la subyacente se encuentra en el 5,9%, en línea con el resto de los países de la zona euro.
En este contexto inflacionario, Grupo Caminos, a través de su gestora Gestifonsa ofrece unos consejos con el objetivo de proteger los ahorros. Para ello, considera fundamental analizar y combinar distintas alternativas de inversión que permitan rentabilizar esos ahorros al menos en línea con la evolución de la inflación.
Afrontar un mínimo riesgo en fondos de inversión de carácter conservador, con una diversificación que permita sortear las distintas fases del ciclo económico batiendo la inflación esperada. La ventaja fiscal que ofrece el traspaso de fondos que permite diferir la fiscalidad hasta el momento del reembolso hace posible ir ajustando esa cartera no solo al momento del ciclo económico sino también a nuestro momento vital.
Otra alternativa de características similares son los planes de pensiones a los que hay que sumar otro atractivo fiscal y es que permiten minorar la base imponible en el IRPF (con unos límites dependiendo de si se trata de un plan privado o de empresa). Tanto los fondos de inversión, como los planes de pensiones tienen la ventaja de que se pueden ir haciendo aportaciones periódicas recurrentes ajustadas a la capacidad personal de ahorro.
El lado positivo de la subida de los tipos de interés es que la rentabilidad de los depósitos está mejorando. En concreto, los depósitos a vencimiento remunerados es otra opción para valorar. Remuneración que dependerá de la cuantía y el plazo, pero que en el caso de entidades financieras de menor tamaño está por encima de esa tasa del 1,9% de la inflación general.
"Debido a que nuestra necesidad de disposición de ese ahorro puede ir cambiando a lo largo del tiempo lo ideal sería combinar estos instrumentos, para lo que es fundamental el apoyo de un asesor financiero que ayude a construir una cartera de activos que se adapte a las circunstancias personales", destaca Esther Marín, directora general de Gestifonsa.