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¿Cómo aislar techos ya construidos? Sate Mediterráneo garantiza confort y eficiencia energética

A la hora de afrontar el aislamiento térmico en viviendas que llevan años construidas hay que tener en cuenta a varios factores como son los tejados o techos y las paredes exteriores. 

La cubierta de una casa es el ejemplo más paradigmático dado que es en el lugar por donde más se escapa el calor en invierno, más se pierde energía y donde mayor temperatura hace en verano. 

En tal sentido, para aislar techos ya construidos de manera profesional es importante contar con empresas especializadas en aislamiento térmico exterior como SATE Mediterráneo. Su servicio asegura confort, habitabilidad y la eficiencia energética en una vivienda.

Opciones para aislar un tejado ya construido 

La cubierta de un edificio es uno de los elementos más proclives al deterioro con el paso del tiempo, debido a la exposición a los agentes climatológicos que conducen a su envejecimiento prematuro. Esto encuentra un correlato en su interior que de forma inexorable afecta al bienestar de sus habitantes.

En este aspecto existen dos alternativas que son las más empleadas para aislar techos o tejados ya construidos en cualquier tipo de edificación y así rehabilitar energéticamente una cubierta. El aislamiento exterior del tejado es una opción muy conveniente si el edificio ya está habitado porque los trabajadores – al momento de ejecutar las obras – no es necesario que ingresen a la vivienda y generen algún tipo de molestia en los ocupantes. 

La técnica de aislar tejados con poliestireno expandido resulta conveniente si no es posible acceder al bajocubierta o cuando está previsto el cambio de las tejas porque las planchas aislantes de EPS cuentan con unas acanaladuras que fijan las piezas e impiden su desprendimiento. El método espuma de poliuretano proyectado es muy útil y económico cuando aparecen infiltraciones de agua en la cubierta; mientras que el corcho proyectado es también recomendable por ser un material muy aislante e impermeabilizante, que se adhiere a toda clase de cubiertas y porta propiedades antihongos.

El aislamiento del tejado por el interior, en tanto, es aconsejable si el inmueble suele no estar habitado como ocurre con las casas de verano o de fines de semana o en aquellos edificios históricos donde no es necesario actuar sobre el exterior o trabajar sobre la impermeabilización.

La alternativa de aislar por dentro, por su parte, genera un calentamiento más rápido de la vivienda porque el calor que emana la calefacción no incide sobre la placa de hormigón que tiene el techo.

En función de ello pueden aplicarse los métodos de lana mineral (vidrio o roca) que es un aislante térmico y acústico muy efectivo, poliestireno extruido y bajo cubierta con tabiques palomeros que minimizan los puentes térmicos.

Los beneficios de ambos métodos en los techos ya construidos

Las soluciones que emplea la empresa Sate Mediterráneo para aislar techos o tejados ya construidos son altamente eficaces, garantizan durabilidad y se aplican en función de la tipología del inmueble.

En este marco, el aislamiento exterior de un tejado es beneficioso cuando se buscan reparar fisuras o grietas existentes. Además, resulta de rápida ejecución, elimina los puentes térmicos, asegura inercia térmica, las obras no afectan a los habitantes de la propiedad y no se reducen las alturas libres interiores.

La aislación de un tejado por dentro, en cambio, no requiere del permiso de la comunidad de vecinos, es un proceso más económico porque no demanda colocación de andamios, no se tocan las tejas ni impermeabilización de la cubierta y permite realizar un acabado decorativo.

El sistema de aislamiento térmico de Sate Mediterráneo, en efecto, contribuye también a optimizar la eficiencia energética de un edificio, a incrementar el confort y la habitabilidad de las viviendas.

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