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En invierno la población española se olvida de la protección solar

La revista especializada en mujeres, estarguapas, recopila los pasos a seguir para cuidar la piel en invierno.

Con la llegada de las temperaturas frías, la piel es uno de los elementos de nuestro cuerpo que más sufren. Es por ello que no debemos olvidarnos de cuidarla e incorporar estas rutinas durante todo el año. Los dermatólogos advierten además, que casi toda la población española deja de usar protección solar en invierno, ya que el clima frío no se asocia con los daños del sol. Pero esto no es así, ya que el sol sigue presente y nos daña la piel, haciendo que envejezca antes e incluso pudiendo aumentar el riesgo de padecer un cáncer de piel. En Estarguapas hemos preguntado a nuestras lectoras cuáles son los efectos que notan en su piel cuando llega el invierno:

Piel seca: el aire frío y seco del invierno puede resecar la piel, haciéndola sentir áspera y escamosa.

Sensación de tirantez: la piel seca también puede hacer que se sienta tensa y tirante.

Piel apagada: las temperaturas bajas pueden hacer que la piel se vea apagada y sin brillo.

Piel sensible: el frío y el viento del invierno pueden hacer que la piel se sienta más sensible y propensa a irritaciones y rojeces.

Es importante tomar medidas para cuidar la piel en invierno y evitar estos efectos negativos. Algunos de los consejos que se pueden seguir son: hidratar la piel con cremas especiales para el invierno, evitar duchas muy calientes, proteger la piel del frío y del viento con cremas con FPS, beber mucha agua, exfoliar regularmente y utilizar un humidificador en la casa. Incorporando esta rutina de cuidado de la piel con los siguientes pasos, la piel estará mucho más cuidada y protegida durante esta nueva estación del año:

Hidratar la piel es esencial, hay que asegurarse de usar una crema hidratante todos los días después de lavarse la cara. Optar por una crema que contenga ingredientes como la vitamina E y el aceite de coco, es una excelente elección para la hidratación.

Evitar duchas muy calientes, ya que el agua caliente puede resecar la piel. En su lugar, optar por duchas de agua tibia.

Proteger la piel del frío y del viento utilizando una crema con factor de protección solar (FPS) todos los días, incluso cuando no haya sol.

Beber mucha agua para mantenerse hidratado por dentro y por fuera. La piel seca es un signo de deshidratación, así que se debe beber suficiente agua para mantener la piel hidratada.

Hacer exfoliaciones de forma regular ayuda a eliminar las células muertas de la piel y mantenerla suave y lisa.

Utilizar un humidificador en casa o en la habitación para mantener el aire húmedo y evitar que la piel se seque es una opción recomendable.

Comer alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, ya que pueden ayudar a proteger la piel del daño causado por los radicales libres.

Evitar fumar, ya que daña la piel y la hace más propensa a la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento prematuro.

Tratar de reducir el estrés, pues termina afectando negativamente la piel. Algunas recomendaciones son hacer ejercicio, meditar o hacer alguna actividad que relaje para ayudar a reducir el estrés y mantener la piel sana.

No debemos olvidar que la piel es un órgano más del cuerpo, y que su estado es un indicador de salud. El cuidado diario de la piel, ayuda a estar más sano y además a prevenir futuras enfermedades.

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