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Max Gestión explica cómo se valoran los pasivos ficticios y cuáles son sus efectos fiscales

Debido al tratamiento que la ley española hace de los pasivos ficticios a efectos fiscales, su existencia presenta grandes complejidades.

Como consecuencia, a la hora de considerar la valoración de los mismos, es necesario contar con expertos en la materia que puedan apreciarlos de la forma indicada por la normativa legal vigente.

Por esta razón, Max Gestión cuenta con un equipo de asesores constituido por profesionales en materia económica, fiscal, contable, jurídica e informática, capaces de guiar a sus clientes en cuestiones relacionadas con los pasivos ficticios.

Un servicio que cuenta con una amplia trayectoria

Con más de 30 años en el mercado, Max Gestión asesora a los más de 500 clientes que conforman su cartera en la actualidad, entre los cuales se encuentran grandes empresas, pymes y particulares. Su servicio se enfoca en resolver las necesidades que la normativa exige, por lo que cuentan con un equipo de profesionales expertos en materias como economía, tributación, contabilidad, asuntos legales e informática.

Max Gestión cuenta con programas de software de última tecnología que se adaptan a las necesidades de cada cliente, ya sea para asistirles en facturación como en contabilidad. Esta herramienta permite que desde Fuerteventura se puedan encargar de preparar las obligaciones fiscales de cada cliente y realizar sus pagos, así como de hacer declaraciones informativas y abonar los impuestos correspondientes.

La valoración de pasivos ficticios

Los pasivos ficticios son deudas que aparecen como pendientes cuando en realidad ya están saldadas. Comúnmente, sucede cuando las facturas o nóminas son abonadas con dinero en efectivo, procedente de ventas que no se hayan registrado fiscalmente. Por lo tanto, la alternativa de los pasivos ficticios se utiliza cuando una empresa no declara suficientes ingresos para hacer frente a sus gastos o para contabilizar un aporte de liquidez por parte de los socios a la empresa.

Si Hacienda realiza una inspección y la empresa no puede acreditar que las deudas son reales, valuará las mismas basándonos en el Impuesto de Sociedades, que consistiría en abonar el 25 % de dichos pasivos ficticios, más recargos y sanciones. Este valor se determinará en relación con el período más antiguo de entre los no prescritos, lo cual la empresa puede evitar aportando pruebas documentales que demuestren lo contrario. En estos casos, es importante contar con asesoría especializada en cuestiones contables para así poder acreditar la verosimilitud de los activos y pasivos del balance empresarial de la forma correcta.

La variedad de disciplinas en las cuales los profesionales de Max Gestión están especializados los convierte en una excelente opción de asesoría para todas las cuestiones relativas a pasivos ficticios y cómo ajustarlos a la normativa española en vigencia.

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