Hoy en día, en plena revolución identitaria, el cuestionamiento sobre la feminidad y la masculinidad están en el centro de todos los debates. La expresión del ser humano a todos los niveles en general (la identidad, el género, el sexo y la sexualidad) es un tema de actualidad que merece la pena explorar y comprender para adaptarse y evolucionar.
En cuanto a la feminidad, hay que decir que las preguntas recurrentes sobre qué es la feminidad, qué es una voz femenina, cómo expresar la feminidad… ofrecen respuestas muy diversas. En efecto, la feminidad viene definida por diferentes factores que van a variar de una cultura a otra, de un país a otro, de una generación a otra, de una familia a otra, etc. Por ello, es importante partir del punto de vista de que no existe, a nivel universal, una sola visión de la feminidad, de la voz femenina, de la expresión femenina.
Por ello, todavía persiste en el entorno social desconocimiento acerca de qué es la feminización de la voz y cómo es posible lograr esta caracterización. Desde Femivoz, la logopeda especializada Mariela Astudillo Ramírez destaca que no existe solamente un tipo de voz femenina, sino que existen tantas voces como seres femeninos en el planeta.
Qué es una voz femenina
La experta en Logopedia y Vocología y fundadora de Femivoz, Mariela Astudillo Ramírez, especializada en feminización y armonización de la voz, destaca que el concepto de voz femenina viene determinada por diferentes elementos de carácter innato pero, también, ligados a las influencias recibidas por el individuo a lo largo de toda su vida.
En este sentido, el concepto de voz femenina varía de un individuo a otro dependiendo de la persona, de las situaciones, de las vivencias, de las experiencias que rigen su día a día, pero también de su ADN y de su bagaje genético.
La voz, independientemente de su carácter identitario, nace de un proceso dinámico, que cambia y se mueve constantemente, ya que está ligado a la esfera emocional de la persona; la voz tiende a formarse y a deformarse según las emociones que se experimentan.
Cabe mencionar la importancia de la personalidad, ya que esta va a influenciar el código emocional y la manera de percibir el mundo. La feminidad expresada vocalmente dependerá también de este factor en la medida que este le dará color a la voz y permitirá relacionarse y comunicarse de manera coherente, no únicamente con la identidad, sino con la propia percepción del entorno alimentando manera de expresar dicha percepción.
Teniendo esto en cuenta, definir de manera global qué es una voz femenina sería muy complicado. Sin embargo, se puede hacer referencia a elementos como la melodía, la elasticidad, la claridad, la expresividad, para distinguirla de la voz masculina. En efecto, se tiene siempre tendencia a referirse a la voz femenina en comparación con su antagonista, a saber, la voz masculina. Es importante resaltar que, en esta época en la que la revolución identitaria está tomando cada vez más fuerza, la polarización de los géneros, a saber, el hecho de oponer de maneras radical la feminidad a la masculinidad sin pensar que pueda existir ningún tipo de identidad intermedia, está desapareciendo. Por ello, la pregunta de "¿qué es una voz femenina?" acabará por desaparecer, ya que lo importante no es entender qué es una voz femenina, sino cuál es la voz de cada persona independientemente de la identidad o del género social, y cómo se quiere expresar a través de la personalidad para encontrar un equilibrio y una coherencia total a nivel vocal y expresivo.
El entrenamiento de feminización de la voz
El entrenamiento que se lleva a cabo en Femivoz, basado en el Método Astudillo, se caracteriza por ayudar a las personas a liberarse de estereotipos y exigencias sociales con el fin de que puedan encontrar un equilibrio entre su personalidad, su identidad, su percepción del mundo y su expresividad.
Dentro del entrenamiento de feminización de la voz, el objetivo principal es que la persona descubra cuál es su concepto de feminidad, íntimamente ligado a su personalidad con el fin de que pueda ir modificando su manera de hablar y desplazarse en acorde con su propio código identitario y emocional.
Así, la clave del éxito de este entrenamiento, no está en los ejercicios realizados a nivel vocal, sino en esta exploración íntima y personal que llevará a la paciente a encontrar una voz naturalmente femenina.