Empresa

Día Mundial de la Salud Mental: Plagas imaginarias, cuando el miedo a los insectos se convierte en una obsesión

La campaña por el Día Mundial de la Salud Mental nació en 2013 con el objetivo de recabar apoyos y concienciar sobre los problemas de salud mental en el mundo

Durante el primer año de pandemia la prevalencia mundial de la ansiedad y depresión aumentó un 25%, según la Organización Mundial de la Salud

La parasitosis imaginaria o la entomofobia son algunas de las fobias o trastornos provocadas por animales que desencadenan reacciones irracionales en las personas que las padecen

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, un día que tiene el objetivo de concienciar sobre los problemas de salud mental en todo el mundo. Esta jornada fue lanzada en el año 2013 por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para la edición de este 2022, la WFHM ha propuesto como lema: "Hacer de la salud mental y el bienestar para todos una prioridad global". En cambio, en España, desde el movimiento asociativo de Salud Mental España se ha propuesto "Dale like a la salud mental. Por el derecho a crecer en bienestar" para poner así el foco en los más jóvenes.

Como consecuencia de la pandemia, la salud mental de millones de personas se ha visto agravada. De hecho, según las estimaciones de los expertos, los trastornos de ansiedad y depresión han crecido en más de un 25% durante el primer año de la pandemia.

En algunos casos, los miedos han acabado convirtiéndose en obsesiones, y prueba de ello son síndromes como la parasitosis imaginaria. Las personas que padecen este trastorno tienen la convicción de estar infectadas por insectos. Se trata de una alteración que se asocia a la presencia de alucinaciones táctiles o picores constantes sobre la piel, provocando la necesidad constante de rascarse, dando lugar a importantes problemas de dermatitis.

Cuando los pacientes acuden en búsqueda de ayuda tratan de mostrar las picaduras, así como los restos de insectos. Sin embargo, este tipo de pruebas nunca acaba por demostrar la presencia de los insectos. En el trastorno de parasitosis imaginaria el diagnóstico viene realizándose desde dos áreas médicas. Por un lado, a través de la rama de dermatología y, por otro, desde la psiquiatría.

Mucho más común es la entomofobia o fobia a los insectos. Las reacciones de las personas entomofóbicas son también irracionales, pero menos extremas que en la parasitosis imaginaria. En este caso, quienes la padecen tratan de evitar aquellos lugares donde crean pueda haber insectos. El contacto directo con el insecto puede generar una situación de estrés que puede ir acompañada, entre otros síntomas, de sudoración, taquicardia, respiración rápida y hasta náuseas.

Junto a la entomofobia -miedo a los insectos- hay otro tipo de aversiones a los animales como la katsaridafobia -miedo a las cucarachas-, apifobia -fobia a abejas, avispas y/o abejorros-, mirmecofobia -fobia a las hormigas-, o musofobia -miedo a ratas y ratones.

La presencia de insectos, cucarachas, hormigas o ratones son una auténtica amenaza para la salud de las personas y, además, pueden provocar graves pérdidas económicas. Con más de 41 años de experiencia dando servicios expertos de control de plagas, Rentokil Initial recomienda siempre que, ante la evidencia de encontrarse ante una plaga, se contacte cuanto antes con técnicos expertos lleven a cabo una inspección para evaluar el problema.

Noticias de Empresa