Termina el mes de agosto y con él las vacaciones de muchos españoles. Es hora de volver al trabajo, compartir espacio en la oficina y utilizar de nuevo el transporte público.
Para que esa vuelta al contacto estrecho con los compañeros se desarrolle sin incidentes ni restricciones severas, la empresa valenciana Proveil, especializada en el desarrollo y comercialización de mascarillas de nanofibras, ha reunido algunos consejos de seguridad avalados por José Mª Lagarón, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y especialista en materiales de filtración.
Ventilación: hasta que el uso de medidores de aire y purificadores con filtros HEPA se generalice, la ventilación cruzada seguirá siendo necesaria. “En un espacio cerrado con valores por encima de 700 ppm (partes por millón de masa de aire) estás empezando a respirar el aire que está exhalando otra persona, lo que aumenta considerablemente el riesgo de contagio”, explica José Mª Lagarón.
Reforzar la limpieza: tanto el lavado de manos como la desinfección de los materiales se deben mantener, con especial cuidado al llegar al lugar de trabajo, sobre todo si se ha utilizado el transporte público, reuniones y en los negocios abiertos al público.
Frenar el contagio de raíz: cuando se notifique un caso de infección por coronavirus de uno de los empleados o en el entorno familiar, el teletrabajo será prioritario y, si no fuera posible, todos los trabajadores deben utilizar mascarillas para cortar en seco la propagación del virus. Según José Mª Lagarón, “el verdadero riesgo está en los interiores, no en los espacios abiertos donde es bastante más difícil contagiarse. En los espacios cerrados, donde acabamos respirando el mismo aire que nuestros compañeros, es necesario llevar mascarilla”.
Responsabilidad: pese a que los casos confirmados no necesitan guardar cuarentena ni solicitar baja médica, los expertos apelan a la responsabilidad individual. “Es necesario que las personas contagiadas eviten al máximo las interacciones, extremen la limpieza y porten mascarilla FFP2 o FFP3 en todo momento”, concluye Lagarón.
Mantenimiento y cambio: tras dos años y medio de pandemia, aún resulta necesario recordar cómo se debe manipular y guardar la mascarilla, especialmente a aquellas personas que se desplazan en transporte público, donde continúa siendo obligatoria. “Desinfectar las manos antes y después de tocar la mascarilla y cogerla de las gomas son las dos normas básicas. También se debe tocar lo menos posible, guardarla en un lugar limpio, como una bolsa, y recordar utilizarla por el lado adecuado”, resumen José Mª Lagarón.
Atención al ajuste: una mascarilla de mala calidad o mal colocada no protege correctamente, por lo que es importante prestar atención al tipo de mascarilla y a cómo se utiliza. Es muy importante optar por modelos que permitan respirar confortablemente y se ajusten bien al rostro para evitar tocarla constantemente. Hay marcas, como Proveil, que ofrecen diferentes tallas para evitar que entren o salgan aerosoles por un mal ajuste.