Según el estudio realizado por la escuela tecnológica Assembler Institute, las empresas tecnológicas anteponen las soft skills y la resolución de problemas al nivel académico

En los últimos diez años, el empleo de especialistas TIC ha crecido un 50% en Europa, siendo Francia y Alemania las economías que más contribuyen

Liderazgo, actitud positiva, resolución de problemas e inteligencia emocional son algunas de las soft skills más solicitadas por las empresas tecnológicas españolas, según un estudio realizado por Assembler Institute, la primera escuela tecnológica en España en implantar la metodología Work Integrated Learning y programas con pago a éxito.

Dicho informe recoge las demandas que tienen las empresas tecnológicas a la hora de abordar un proceso de selección. Además de valorar la formación del alumno, en el sector TIC se tienen en cuenta, sobre todo, ocho habilidades para contratar a personas cualificadas. Sin embargo, ante la escasez de estos perfiles, durante el cuarto trimestre de 2021 en España se quedaron 109.085 empleos sin cubrir, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por esta razón, Assembler Institute, que cuenta en la actualidad con más de 200 alumnos formados, ha enfocado su método de enseñanza no solo al empleo técnico, sino a fomentar este tipo de habilidades entre sus alumnos a través de casos reales y trabajo en equipo con el objetivo de que España sea uno de los países líderes en empleos TIC. En la actualidad, este tipo de trabajadores en nuestro país apenas supone un 10% de toda la población europea, frente a países como Suecia o Finlandia que lideran el número de especialistas. Además, otros Estados que destacan son Alemania y Francia que son las que más han crecido en los últimos años situándolas como referentes del sector.

"La alta demanda de perfiles en el sector tecnológico ha provocado una mayor necesidad de diferenciación. En el sector tecnológico, las grandes organizaciones prestan más atención a la capacidad de resolver problemas y aportar nuevas ideas, una tarea a la que el sistema educativo reglado no está atendiendo y dificulta el acceso de muchos jóvenes a un puesto de empleo", explica Cristian Fondevila, CEO de Assembler Institute.

Assembler Institute nace en 2019 con el objetivo de cambiar el paradigma de la educación en tecnología. En sus más de nueve promociones y con 240 alumnos graduados, la institución prevé multiplicar por cinco el número actual de alumnos en 2024 y alcanzar los 10 millones de euros de ventas para convertirse en el líder en formación tecnológica en Europa. Según datos que maneja la firma, el 100% de su alumnado encuentra trabajo una vez se gradúan y sus sueldos medios rondan los 27.000 euros anuales en junior developers, gracias a su programa sin coste por adelantado.

Las habilidades blandas más valoradas

Según los resultados de Assembler Institute son ocho las habilidades blandas más valoradas por las empresas:

Liderazgo: hace referencia a la capacidad de persuadir a los empleadores y a sus pares. Es una de las habilidades más importantes, ya que los miembros del equipo serán vistos como expertos en su materia. Aquellos miembros de un equipo que son líderes son persuasivos y se van moviendo de un proyecto a otro.

Inteligencia Emocional: es una habilidad muy importante en los entornos laborales, sobre todo aquellos que son considerados como entornos de alto estrés, donde los tiempos de entrega son muy ajustados y en los que las personas van de un equipo a otro.

Deseo de aprender: es una de las cuestiones más decisivas a la hora de contratar a alguien. Los empleadores quieren tener a empleados que sean curiosos y que estén motivados en seguir aprendiendo para dominar las distintas áreas de trabajo.

Habilidades analíticas y cuantitativas: identificar y procesar gran cantidad de información es otra de las principales habilidades que demandan las organizaciones. Los empleados que son capaces de cuantificar información, asignar valores a piezas y clasificar la información para su posterior análisis, suelen ser muy demandados por las empresas.

Actitud positiva: aunque parezca irrelevante, una buena actitud puede propiciar grandes cambios en una empresa o en un área específica, por ello es una de las soft skills más valoradas por los empleadores.

Visión transversal: es importante saber conceptualizar lo que está haciendo la empresa y ver cómo distintas decisiones pueden afectar. De esta forma, por ejemplo, los empleados pueden trabajar de una forma más eficiente para conseguir los objetivos más amplios que tiene la empresa.

Resolución de problemas: el empleado ha de ser capaz de poder encontrar las mejores soluciones para que el proyecto siga avanzando y se cumpla en la fecha pactada. Quienes contratan están interesados en contratar a personas que puedan actuar de una forma efectiva y resolver los problemas de una forma eficiente.

Habilidades tecnológicas: la gran mayoría de puestos requieren de ciertos conocimientos previos de informática y tecnología. Esta es la que capacita para recopilar la información, el mantenimiento de los registros, realizar notas o presentaciones.