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Antonio Orozco conoce a su fan más joven

La pequeña Zoe fue uno de los embriones que asistieron al concierto que el cantante ofreció en el laboratorio de Fecundación In Vitro de Institut Marquès hace siete años

Antonio Orozco y Zoe se han conocido siete años después de su primer encuentro: cuando ella solo era un embrión de cinco células, asistió al concierto que el cantante y compositor ofreció en el laboratorio de Fecundación In Vitro de Institut Marquès en Barcelona. Días después, sería transferida al útero de su madre y, nueve meses más tarde, se convirtió en la fan más joven de Orozco. El reencuentro entre el artista y la pequeña Zoe ha tenido lugar en el mismo lugar en el que se conocieron: en el laboratorio de FIV de esta clínica de Reproducción Asistida en Barcelona. Antonio Orozco siempre ha recordado aquel “concierto para embriones” como uno de los más especiales de su vida: “Fue un momento mágico. Para mí, cantar a los embriones fue una experiencia única y formar parte de la vida de estos niños desde antes de su nacimiento supuso un honor. La música nos une y es la mejor forma para comunicarnos. He sentido una conexión cuando he podido abrazar a Zoe.” Los padres de la pequeña Zoe aseguran que la música ha estado siempre muy presente en su vida. La historia de su concepción fue recogida por su padre, Albert Escoda, en un libro infantil pensado para explicar el proceso de Fecundación In Vitro a los más pequeños.

En el momento del concierto, en julio del 2015, 380 embriones se desarrollaban en las incubadoras de Institut Marquès fruto de sus tratamientos. Siete años después, se han convertido en niños de diferentes nacionalidades. Este fue el primer "concierto para embriones" del mundo. Institut Marquès ha celebrado otros eventos como éste en su laboratorio, Sharon Corr y Alex Ubago también actuaron en la clínica unos años después. El italiano Emiliano Toso es otro de los artistas que han actuado en directo en sus laboratorios.

Los conciertos para embriones de Institut Marquès se enmarcan en los trabajos que este centro ha llevado a cabo sobre los beneficios de la música en el desarrollo embrionario y fetal. Dichas investigaciones han recibido el reconocimiento internacional en universidades como Harvard y Oxford. Desde hace años, Institut Marquès tiene incorporada la música en el interior de las incubadoras de sus laboratorios. De esta forma, han demostrado que las vibraciones musicales aumentan un 5% la tasa de fecundación de los ciclos de FIV y mejoran el desarrollo embrionario: “las microvibraciones de la música producen movimientos similares a los que experimentan los óvulos fecundados en su viaje a través de las trompas y el útero. Remueven el medio de cultivo, logran un reparto más homogéneo de los nutrientes y dispersan los metabolitos de deshecho. La música nos ayuda a reproducir en nuestros laboratorios las condiciones naturales que los embriones tendrían si estuvieran en el útero materno” explica la Directora de Institut Marqués, Dra. Marisa López-Teijón.

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