Marta Montserrat, especialista en periodoncia de la clínica dental Friedländer, asegura que un buen cepillado ayuda a combatir problemáticas como el mal aliento, los dientes amarillentos, la caries, la inflamación, la gingivitis y otro tipo de enfermedades periodontales
Según el Libro Blanco de la Salud Bucodental, 6 de cada 10 españoles considera que su estado de salud oral es bueno o muy bueno. Sin embargo, España se encuentra a la cola de los países de la Unión Europea en relación al uso de servicios odontológicos y la mitad de los pacientes confiesan no seguir las recomendaciones de higiene bucodental.
En este contexto, un correcto cepillado de la boca es la técnica preventiva más aconsejada por los profesionales del sector. “Gracias a un buen cepillado se puede combatir la placa bacteriana que se adhiere a los dientes, las encías y la lengua y que puede generar problemas como mal aliento, dientes amarillentos, caries, inflamación, gingivitis y otro tipo de enfermedades periodontales” explica Marta Montserrat, especialista en periodoncia de la clínica dental Friedländer.
Con motivo del Día Internacional de la salud bucodental, que se celebrará el próximo 21 de marzo, la clínica dental Friedländer expone los 5 consejos más prácticos para un correcto cepillado:
1. La duración y frecuencia del cepillado debe ser de por lo menos 2 minutos y mínimo 2 veces al día. Además, es aconsejable que se haga después de cada comida, para evitar la creación de capas de bacterias.
2. Elige un cepillo suave, antes que uno duro, y cambialo cada 3 meses (o antes si lo ves desgastado). Cabe señalar que los cepillos suaves se adaptan mucho mejor a la anatomía de los dientes y penetran más fácilmente en los espacios interproximales (entre diente y diente).
3. El movimiento del cepillo debe ser en círculos pequeños, suaves y desde la encía hacia fuera para expulsar las bacterias. Los movimientos horizontales, verticales o los grandes círculos provocan la penetración directa de las bacterias en la encía y, en caso de usar cepillos duros o ejercer mucha fuerza, pueden causar recesiones gingivales.
4. Lavar cada recodo de la boca sin dejarse la zona oclusal (la parte de abajo del diente), el interior del diente y la lengua. Un buen método es empezar por un extremo de la mandíbula, la última muela, y recorrer la dentadura de forma progresiva hasta la última muela del otro extremo. La lengua también es un foco bacteriano, ya que la placa se queda enganchada en sus papilas, por lo que es imprescindible para una limpieza completa.
5. El uso del hilo dental para eliminar la placa entre dientes que el cepillo no ha podido eliminar durante el raspado. El hilo dental de seda debería ser el último paso dentro de nuestra higiene bucodental, sobre todo indicado para aquellos pacientes con diastemas, aunque es importante para todo tipo de pacientes.