Up Spain, compañía con más de 30 años de experiencia en la gestión de beneficios sociales para empleados, ha presentado recientemente su Informe Employee Experience 2022, un estudio que concluye, entre otras variables, que el salario emocional cada vez cobra más importancia entre los profesionales españoles.
¿Qué es el salario emocional?
Se trata de un término cada vez más empleado en el ámbito laboral que hace referencia a todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa como incentivo positivo y que a su vez sirve a las compañías para mejorar su oferta de trabajo.
¿Qué importancia tiene el salario emocional en el empleado?
Es indudable que los tiempos han cambiado y como consecuencia las prioridades de los empleados, que ya no ven el factor económico como elemento prioritario a la hora de elegir un trabajo, aquí es donde el salario emocional gana peso en pro de una mejor calidad de vida.
El 55% de los trabajadores opina que la existencia de un plan de beneficios es un elemento clave para su bienestar. Le siguen un 34,61% que lo valoran como una cuestión bastante importante y un 7,77% y un 2,4% lo consideran de interés medio o bajo respectivamente.
Según el estudio realizado por Up Spain el horario flexible y el teletrabajo son los grandes protagonistas para los trabajadores españoles, tanto que el 57% y 52% de los encuestados eligió estos dos componentes como variables prioritarias para decantarse por un puesto de trabajo. En este sentido, le siguen el plan de carrera, la formación, programa de reconocimiento y un plan de pensiones, componentes que superan las aspiraciones de más del 30% de los empleados. El cheque comida se sitúa en el 11% y a continuación aparecen beneficios como el renting, el seguro de vida, la fruta en la oficina, financiación, el gimnasio o la guardería, entre otros beneficios sociales de interés.
En lo que respecta a la empresa, el informe afirma que el 66% de las compañías ha mantenido los mismos beneficios que tenía antes de la crisis sanitaria. Incluso un 16,53% afirma que los aumentó, mientras que algo más del 14% los redujo y un 2,69% se vio obligado a eliminarlos temporalmente.
¿Cómo afecta esto a la política de Recursos Humanos?
Este cambio en las necesidades de los profesionales se traduce, sin duda, en una nueva política de Recursos Humanos que ya empieza a contemplar el salario emocional como aspecto clave para la retención del talento. Y es que el empleado actual demanda más tiempo para sí mismo y una mejor calidad de vida, puntos a tener en cuenta para impulsar la tan ansiada conciliación, a través de una mayor flexibilidad y la apuesta por el teletrabajo, cada vez más extendido en las empresas hoy en día.
Y es que tras la pandemia, la demanda de esta modalidad ha crecido de manera exponencial entre los empleados, algo que tarde o temprano pasará a formar parte de un gran número de organizaciones en nuestro país.
Del mismo modo, las nuevas generaciones cada vez valoran más contar con un plan de carrera en la empresa, algo a tener en cuenta para fomentar la motivación, la fidelidad y el compromiso del empleado con respecto a su puesto de trabajo, reduciendo costes de contratación y favoreciendo además la productividad, con un notable descenso del absentismo y la rotación de la plantilla.
En definitiva, el salario emocional ha entrado de lleno en el ámbito profesional como valor destacado y diferencial, que está originando un nuevo planteamiento obligando a las empresas a establecer un plan de mejora en la aportación de beneficios sociales al empleado.