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Claves realistas y alcanzables para establecer propósitos de Año Nuevo

Para conseguir los objetivos para el nuevo año es esencial realizar un buen planteamiento inicial basado en que sean pocos, pero alcanzables

Cuando la razón del propósito se debe a un deseo interno es más probable que el objetivo llegue a alcanzarse

Con la llegada del nuevo año, son muchas las personas que se plantean nuevos retos: aprender inglés, hacer deporte o dejar malos hábitos como el tabaco son algunos de los más repetidos. Sin embargo, aunque se comienza el año con buenas intenciones, a medida que avanzan los meses la mayoría de las veces terminan por abandonarse.

"La necesidad por hacer borrón y cuenta nueva nos lleva muchas veces a plantearnos objetivos demasiado ambiciosos que terminan por no alcanzarse y generando frustración. Para conseguir las metas es esencial realizar un buen planteamiento inicial basado en pocos objetivos, con un valor importante para nosotros mismos, realistas y que generen motivación, es decir, que trabajar en esos objetivos sea algo que también disfrutemos, que nos genere bienestar y no solo esfuerzo y sacrificio", señala María Garcia Salinas, psicóloga de BluaU de Sanitas.

En lo que respecta a la motivación, la clave para generar adherencia es conocer cuáles son las verdaderas razones que impulsan a querer alcanzar determinado objetivo. En este sentido, existen dos opciones: que sea una cuestión externa, es decir, que la motivación se produzca por factores ajenos a la persona. Por lo contrario, puede que se trate de una motivación intrínseca, que emana de un deseo interno de autorrealización.

De esta manera, cuando el propósito se basa en un deseo propio es más probable que el objetivo llegue a cumplirse que si las razones son externas. "Así, por ejemplo, cuando la práctica deportiva se realiza solo por la presión por lucir una imagen física determinada que agrade a los demás, es probable que la tasa de abandono sea más alta, acompañada además de una elevada sensación de fracaso y angustia, que cuando se hace por una cuestión de autocuidado, disfrute y salud", matiza María García Salinas.

Una vez fijadas las metas, es importante pensar cuál es el mejor camino para llegar a ellas ya que el método para lograrlo no será el mismo en todas las personas. Siguiendo con el ejemplo del deporte, mientras algunas personas encuentran en deportes como el running una motivación para ganar constancia en la actividad física, es probable que otras prefieran la natación, el tenis o una clase de baile.

"Cuando iniciamos nuevos retos es importante encontrar el método adecuado para llegar a ellos, entender que será algo que lleve su tiempo y a lo que probablemente terminemos llegando, pasando por fases de prueba y error. Es importante valorar para qué quiero conseguir lo que me he propuesto, y visualizar cómo va a ser el proceso de trabajar en ello, aceptar las dificultades, pero también disfrutar y dar valor a los pequeños pasos que vaya realizando, que no sea solo el objetivo final el que me traiga bienestar, pues frecuentemente se tiende a abandonar los propósitos al no encontrar de primeras la motivación suficiente para continuar con ellos, pero la clave para generar un compromiso a largo plazo es encontrara valor en cada paso dado hasta alcanzar el objetivo final para de esa forma mantener la consistencia", añade María García Salinas.

En este sentido, los expertos de Sanitas señalan algunos consejos que pueden ayudar a no desistir a la hora de alcanzar las metas:

Objetivos a corto plazo: la impaciencia por ver resultados rápidos es muchas veces la causa del abandono, por lo que apostar por establecer metas que puedan lograrse en cortos periodos de tiempo ayuda a mantener la motivación.

Fijar pocas metas: para poder tener éxito a la hora de lograr los objetivos es importante no pretender abarcarlo todo. Fijar prioridades e ir poco a poco alcanzando las metas es el primer paso para ir asumiendo nuevos retos.

Apuntar las razones que sostienen los objetivos fijados: con el paso del tiempo se tiende a olvidar las razones por las que se tomó la decisión de realizar una actividad. Apuntarlas para poder recurrir a ellas en los momentos en los que la motivación decaiga ayudará a evitar el abandono.

Registrar el progreso: los logros son la mejor manera de mantener la constancia y la motivación. Por ello, ir registrando los progresos acercan un poco más cerca al objetivo hará que sea mucho más fácil llegar a él.

Conseguir los propósitos es una cuestión de constancia, esfuerzo y motivación. Sin embargo, debemos ser conscientes que, a lo largo del camino habrá fracasos. La clave reside en aprender de ellos, seguir intentándolo, mantener una actitud positiva.

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