Los servicios de desinfección de virus han sido los más demandados mientras que las llamadas por plagas de insectos no han dejado de sonar durante este verano
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA ) asegura que debido a los cambios de hábitos alimenticios y escasez de presencia humana en las calles durante la pandemia, se ha observado un incremento considerable de insectos en zonas urbanas menos habitadas, en las cuales destacan los edificios abandonados. La razón se debe a que muchas especies han tenido que buscar otros medios en busca de alimentos para poder subsistir a consecuencia del cierre de tantos establecimientos hosteleros.
Ahora que muchos comercios, bares, restaurantes y hoteles españoles vuelven a abrir sus puertas, plataformas como No Más Termitas y Carcoma (organización que agrupa profesionales homologados en la eliminación de plagas) aseguran que están cada vez más cerca de una nueva normalidad. Hasta el momento, los servicios de desinfección de virus han generado la mayor parte de ingresos de estas empresas. Ahora, sin embargo, las plagas de insectos han vuelto a abundar en estos locales; siendo las cucarachas, ratas y hormigas las especies más habituales en los establecimientos de alimentación mientras que las termitas, en cambio, han proliferado en una infinidad de hostales, hoteles y edificios deshabitados.
¿Qué sucede con las termitas?
El abondo de las segundas viviendas -residencias de veraneo en su gran mayoría- han tenido serias consecuencias para muchos propietarios. Resulta que las estructuras de madera de estos edificios han sufrido grandes deterioros durante la pandemia. Los daños generados por plagas de termitas o carcoma han derruido estructuras completas debido a los largos meses en los que estos han sido deshabitados.
Han transcurrido un total de 20 meses desde que el estado de alarma fuese decretado el pasado 14 de marzo de 2020 en España - tiempo suficiente para que las termitas hayan podido llevar a cabo esta labor de destrucción, siendo las vigas, galerías y tabiques los elementos más perjudicados-. Los propietarios exigen una solución a las administraciones públicas por no haber podido acudir a sus segundas residencias durante el estado de alarma mientras que la ley del confinamiento perimetral estaba en vigor. Razón por la que no pudieron llevar a cabo un diagnóstico de la situación de su vivienda a tiempo y poder así detectar la plaga lo antes posible (acción imprescindible en estos casos).
Precipitaciones y altas temperaturas
La meteorología tampoco ha ayudado a frenar la reproducción de estas plagas. Resulta que la humedad generada por las fuertes lluvias y altas temperaturas ha beneficiado la proliferación del mosquito tigre y garrapatas en muchas zonas de nuestro país. Las entornos costero-rurales y las instalaciones de alcantarillado de grandes ciudades han sido las estancias favoritas para estas especies que, a pesar de no ser bien recibidas, no han cesado de propagarse durante los meses de confinamiento.
Milagros Fernández de Lezeta, directora general de ANECPLA, explicó el pasado 6 de junio (Día Mundial de Control de Plagas) que las instituciones deben aumentar los servicios de contratación de mantenimiento de plagas rutinarios con el objetivo de evitar una reproducción completamente desmesurada de estos insectos. Con ello, las estadísticas destacan un aumento de cucarachas y ratas en las calles y servicios de transporte público en grandes ciudades (en el metro, especialmente). Por estos motivos, se espera que la contratación de estas empresas siga creciendo durante los próximos meses.