¿Puede una pyme dedicada a la formación presencial en empresas sobrevivir al perder, de la noche a la mañana, el 60 % de sus clientes tras la declaración del estado de alarma? ¿Es posible remontar cuando la pandemia pone a un negocio al borde de la quiebra?
La respuesta a esta pregunta es “sí”, y Kleinson es un claro ejemplo de ello. Esta consultora de formación de idiomas afincada en Madrid no solo supo sortear este contexto de excepcionalidad, sino que ha salido reforzado de él.
La supervivencia de esta pyme se debe a la intuición y la rápida capacidad de adaptación: una semana antes del estado de alarma, tomaron conciencia de la gravedad de la situación y, sin haber usado prácticamente nunca una plataforma de videoconferencia, se prepararon para el teletrabajo.
Intuyeron que, si la situación de Italia se replicaba (ya confinada entonces), su negocio sustentado en la presencialidad, desaparecería. Por ello, realizaron una labor de concienciación con sus clientes sobre la importancia de cambiar de clases presenciales a clases virtuales por videoconferencia.
Está claro que, de no haber intuido qué es lo que iba a suceder, la empresa hubiera cerrado dejando en la calle a más de 45 personas.
Hoy en día, han conseguido recuperar la facturación hasta niveles de prepandemia, además de crear una nueva área de negocio que en 2019 no tenían: la modalidad virtual.
Como curiosidad, esta no es la primera vez que esta pyme supera un escenario similar. Y es que Kleinson nació en el año 2007, justo antes de que la crisis financiera mundial se ensañara con España. Ya por aquel entonces y, contra todo pronóstico por la juventud de la compañía, experimentó un gran crecimiento que llamó la atención de empresas de la talla de Telefónica, Acciona, Samsung y FCC, entre otras.
¿Cómo es posible que una pyme, aparentemente tan débil y tan dependiente del entorno, acabe sobreviviendo? El éxito siempre depende de un elemento diferenciador y del momento. En el caso de Kleinson, el elemento diferenciador es la metodología; mientras que el momento, es un mundo cada vez más globalizado, donde las empresas, para manejarse y sobrevivir, necesitan un buen aprendizaje de idiomas.