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Todo lo que se necesita saber sobre la cirugía ortognática, según ICO

Principalmente, una cirugía ortognática se realiza cuando se necesita realinear o enderezar la mandíbula, o si existen problemas relacionados con las malformaciones óseas. Ahora bien, dicha cirugía debe llevarse a cabo solo por cirujanos maxilofaciales certificados

El cirujano maxilofacial es el único especialista con los conocimientos necesarios para tratar tanto los huesos como los tejidos blandos del área facial. Cabe destacar que, cualquier usuario que se encuentre en Gijón o alrededores y necesite realizarte dicha intervención, la mejor opción es Instituto Cirugía Ortognática.

¿Qué es y en qué momentos es necesaria la cirugía ortognática?

Como mencionamos anteriormente, este procedimiento quirúrgico es utilizado para posicionar correctamente el hueso maxilar con el fin de corregir problemas estéticos o funcionales. Entre los problemas que pueden corregirse con esta intervención están la asimetría facial, la mordida abierta, la sonrisa gingival, la hipoplasia maxilar, entre otros.

Generalmente, estos problemas afectan a la vida cotidiana teniendo dificultades para masticar algunos alimentos, hablar bien y, en algunas ocasiones, dormir. Además, son causantes de dolores de cabeza, molestias periodontales, y dolores de articulaciones, provocando, de esta manera, que debas someterte a una cirugía ortognática.

La manera de llevar a cabo tal intervención consiste en realizar un corte del hueso maxilar para poder moverlo en tres dimensiones y lograr llevarlo a la posición ideal. Una vez que se tiene el hueso en el lugar indicado, es fijado con un metal biocompatible o mini placas de titanio.

Los riesgos existentes durante la cirugía y el tratamiento posterior

En primer lugar, esta intervención suele durar de una a tres horas en llevarse a cabo y es necesario colocarte anestesia general. Por lo general, la anestesia tiene un mínimo riesgo en algunos pacientes, debido a que no todos los organismos la toleran de la misma manera.

Ahora bien, entre los riesgos existentes en esta operación están la inflación, el dolor intenso, infecciones en el área intervenida, sangrado y la mala tolerancia a la anestesia. Por otra parte, al ser una intervención invasiva, en caso de no realizar los procedimientos de forma correcta existe el riesgo de dañar el hueso y la encía circundante.

Cabe señalar que después de la cirugía ortognática se debe permanecer en el centro asistencial durante al menos tres días hospitalizado. Una vez transcurrido ese tiempo, se necesita estar en reposo durante seis semanas en casa para evitar cualquier inconveniente.

Para evitar estas molestias lo mejor que se puede hacer es seguir cada una de las recomendaciones del médico, lo cual incluye la correcta higiene bucal, el cuidado de las heridas y evitar realizar ciertas actividades que puedan poner en riesgo la salud del paciente.

Por otro lado, en el caso de los niños los cuidados deben ser mayores. Por ejemplo, lo recomendable es que después de la cirugía, deben lavarse los dientes después de cada comida. Deben realizar el cepillado con un cepillo suave y del tamaño correcto para ellos.

Esta cirugía no suele generar grandes riesgos ni es común que los pacientes los sufran, aunque se deben realizar los cuidados y los chequeos correspondientes cada semana.

La cirugía ortognática y la ortodoncia van de la mano

Es necesario tener en cuenta la ortodoncia para que esta intervención tenga los resultados correctos. Por tal motivo, se necesita de un tratamiento de ortodoncia previo durante algunos meses. Una vez realizada la cirugía y transcurrida la recuperación necesaria, se debe volver al tratamiento ortodóncico para tener una oclusión estable.

Su finalidad es conseguir una estabilidad ósea y asegurarse de que la mordida se mantendrá en su lugar. Ahora bien, para este tratamiento se debe tener un equipo tanto de ortodoncistas como de cirujanos maxilofaciales capacitados y con buena experiencia.

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