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Chi-Chi, la marca murciana de compresas sostenibles que está cambiando las reglas

Chi-Chi es una marca de compresas respetuosas con el medio ambiente y con la salud, que nace con el propósito de buscar una alternativa a los productos de salud menstrual de un sólo uso que contaminan y dañan tanto al planeta como a las personas que los usan.

Las compresas y tampones contienen un alto porcentaje de plásticos en su composición, lo que convierte estos productos en desechos muy perjudiciales para el medio. Teniendo en cuenta que una persona menstrua una vez al mes durante 40 años de media ( lo que supone un total de 16.000 tampones o compresas en toda su vida), no es de extrañar que en los últimos 50 años se hayan acumulado 20 billones de compresas y tampones. Estos desechos tardarán alrededor de 800 años en descomponerse y dejarán un rastro de microplásticos en los océanos.

Para que te hagas una idea, solo 1 compresa de tela equivale a 250 desechables. Las compresas de tela son lavables y reutilizables durante años, por lo que generan muchísimo menor impacto en el medio.

Por otro lado, hay que destacar los riesgos para la salud que implica el uso de productos desechables para la salud íntima como hongos, irritaciones y alergias, incluso aumento del sangrado menstrual y otros inconvenientes como el mal olor y exceso de humedad. Sin contar con la exposición a enfermedades graves como el shock tóxico. La salud es otro de los pilares fundamentales de Chi-Chi ya que, al contrario que los tampones y compresas convencionales, al ser de algodón 100%, son hipoalergénicas, no afectan al pH vaginal, no irritan la piel y evitan infecciones. Por estos y muchos otros motivos, las compresas de tela junto a la copa menstrual encabezan la lucha contra los plásticos entorno a la menstruación.

Chi-Chi hace sus compresas de forma artesanal, usa algodón 100% y otros materiales certificados, respetuosos con la piel y el medio ambiente. Las compresas cuentan con una capa impermeable que no permite que la sangre traspase. Tienen hasta 6 modelos diferentes, y con ellos cubren todas las necesidades menstruales sin nada que envidiar a las compresas y tampones desechables, es más, todo lo contrario.

“Reutilizar mola”, ese es básicamente el mensaje de Chi-Chi. Que llega al sector de la menstruación para revolucionar las reglas y romper los tabúes. Eso sí, de una manera muy divertida y directa, en favor de la normalización del ciclo y la aceptación de los nuevos productos alternativos.

“Sabemos que al principio puede chocar el hecho de tener que ver tu sangre y lavarla, pero una vez que compruebas lo fácil que es y lo que te ahorras, te preguntas ¿cómo no empecé antes?”

Chi-Chi ya no es sólo una marca de compresas sostenibles, es una empresa que reivindica los derechos de las mujeres y personas menstruantes, la lucha contra los tabúes y la pobreza menstrual promoviendo la educación gratuita y la naturalización del ciclo a través de sus redes sociales y su blog. También ofrece una atención al cliente muy cercana durante el proceso de compra.

“Muchas clientas nos dicen que están deseando que les baje la regla para estrenar sus nuevas compresas, para nosotrxs es lo más bonito de nuestro trabajo. Realmente estamos consiguiendo un cambio en la percepción, esto ayuda afrontar la menstruación de una manera más optimista”.

Un poco de historia

El proyecto vio la luz en 2018 de la mano de Marina Hervás (Maina) bajo el nombre de Made in Maina. Comenzó a confeccionar para sus amigas y vender a través de redes sociales como Instagram.

“Comencé a hacer compresas de tela motivada por el ecologismo y por dar una opción más a todas las personas que quisieran tener una menstruación sostenible. Ahora lo que más me motiva es derribar los tabúes que hay alrededor de la menstruación y normalizarla.” Maina

Tras unos años compaginando la costura con su profesión de enfermera, casi se ve obligada a abandonar el proyecto. Pero en 2020 conoce Agustín Bonus, su nuevo compañero de piso y emprendedor, que al ver las compresas se enamora del proyecto y ayuda a Maina a consolidar la marca y el producto tal y como se merecen. Finalmente, termina uniéndose para que muchas más personas puedan disfrutar de los beneficios de las compresas de tela y acabar con los productos desechables.

 “No sabía nada de menstruación ni de compresas, ahora no hablo de otra cosa.  A la gente le sorprende mucho que yo forme parte de esto, ahora me sorprendo yo de la desinformación y tabúes que hay entorno a la menstruación”. Agus.

Así es como esta pequeña empresa murciana y sus compresas han logrado ser la referente en la región y hacerse un hueco entre marcas del sector de la menstruación sostenible a nivel nacional.

“Para nosotrxs Chi-Chi es una oportunidad de demostrar que las cosas se pueden hacer bien. Aunque cueste más, aquí estamos para poner nuestro granito de arena en cambiar el mundo, y todo lo que no sea caminar en ese sentido no tiene lógica. Como emprendedores, promover hábitos y alternativas saludables y sostenibles es nuestra responsabilidad”. 

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