Economía

Las diferencias regionales de costes incentivan el transporte de animales en la UE

Miles de millones de animales vivos son transportados dentro de la UE cada año

El transporte de animales depende sobre todo de factores económicos

Los Estados miembros aplican de forma desigual las normas de la UE sobre transporte de animales

Cada año, miles de millones de bovinos, porcinos, ovinos, caprinos, equinos y aves de corral son trasladados dentro de la UE y a otros países con fines de reproducción, engorde o sacrificio con el objetivo de que ganaderos y productores de carne exploten las diferencias regionales de costes para obtener beneficios. Sin embargo, más de un tercio de estos viajes duran más de ocho horas y no siempre se respetan las normas de bienestar animal. ¿Son adecuadas estas normas? En un análisis publicado hoy, los auditores de la UE señalan las tendencias del transporte de animales y los retos y oportunidades que los responsables políticos afrontan en la próxima actualización de la normativa europea

La producción ganadera no se distribuye uniformemente entre los países y regiones de la UE y las explotaciones tienden a especializarse en una especie o etapa de producción. Además, existe una tendencia a reducir el número y aumentar el tamaño de las explotaciones y los mataderos. En este contexto, el objetivo de los ganaderos y productores de carne es reducir al mínimo los costes de producción y sacrificio, maximizar los ingresos y optimizar las economías de escala explotando las diferencias de costes entre los Estados miembros. Estos factores incentivan el transporte de animales, en particular cuando los costes del transporte representan una pequeña fracción del precio de la carne al por menor.

«El transporte de animales vivos a grandes distancias puede tener consecuencias perjudiciales para su bienestar», señala Eva Lindström, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del análisis. «Los Estados miembros no aplican uniformemente la legislación de la UE sobre transporte de animales, y existe el riesgo de que los transportistas aprovechen los vacíos legales derivados de los distintos sistemas de sanciones nacionales».

Puede ocurrir que los transportistas elijan una ruta más larga para evitar pasar por países con una aplicación más estricta de las normas de la UE y con sanciones más duras. Incumplir las normas también puede beneficiar económicamente a los productores, por ejemplo, en el transporte de animales no aptos, puesto que los países generalmente no imponen sanciones disuasorias.

Los auditores destacan que el impacto negativo del transporte sobre el bienestar animal podría mitigarse si se reduce el número y la duración de los viajes, y se mejoran las condiciones de los animales durante el transporte. No obstante, también indican algunas alternativas al transporte de animales vivos. En algunos casos, acercar el sacrificio al lugar de producción podría suponer una solución: utilizar mataderos locales y móviles eliminaría la necesidad del transporte de animales en algunos casos y sería más respetuoso con el medio ambiente. Los consumidores también desempeñan un papel importante para impulsar cambios: una encuesta muestra que algunos están dispuestos a pagar más por la carne, pero solo si reciben información sobre el bienestar animal. Los auditores afirman que ofrecer a los consumidores mejor información les ayudaría a adoptar decisiones de compra informadas. Esto podría lograrse mediante un sistema de etiquetado del bienestar animal de la UE, que proporcionaría más transparencia y armonizaría el etiquetado de la carne en todo el bloque. Por último, las nuevas normas podrían representar una oportunidad para fomentar cambios estructurales y avanzar hacia un suministro alimentario más sostenible mediante incentivos a los productores y a los consumidores para fomentar un comportamiento sostenible. Los responsables políticos de la UE podrían estudiar la posibilidad de incorporar el precio del sufrimiento animal en los costes del transporte y el precio de la carne.

Los datos sobre el transporte de animales vivos en la UE están fragmentados y la Comisión Europea no dispone de una visión completa y centralizada. Los auditores afirman que los avances informáticos y tecnológicos podrían aprovecharse mejor en este ámbito. Por ejemplo, un sistema informático de la UE para rastrear todos los viajes de animales vivos podría ayudar a centralizar datos y las cámaras y sensores podrían monitorizar los movimientos de los animales y medir el bienestar animal. 

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