"Ni debe ser utilizado como vía intermedia para la reexportación de almendra previamente importada de otros países, ni como moneda de cambio para otras cuestiones".
Unión de Uniones acoge positivamente el acuerdo suscrito por España y China para la exportación de almendra al país asiático. De cumplirse las estimaciones del Gobierno de salida hacia el mercado chino de unas 50.000 toneladas en el horizonte del año 2025 y unas 90.000 toneladas extra en 2032, sería un volumen apreciable que debería repercutir en beneficio de los productores nacionales.
El posible volumen a exportar según las cifras que se han trasladado como fruto del acuerdo sería importante, teniendo en cuenta que según datos de DataComex nuestras exportaciones medias totales de almendra sin cáscara en el periodo 2018 a 2022 se situaron en las 101.141 t./año, mientras que las importaciones medias en el mismo periodo fueron de 105.870 t./año. En términos de valor, exportamos de media en el periodo citado por 597,6 millones de euros e importamos por valor de 474,5 millones de euros. En ese mismo periodo y en términos absolutos solo se exportaron a China 40 t. y se importaron desde allí algo más de 2 t. de almendra.
Los acuerdos fitosanitarios que fundamentan esta salida comercial hacia uno de los mercados más importantes del mundo culminan un proceso iniciado en octubre de 2017, cuando el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación solicitó formalmente a las autoridades chinas el inicio de las conversaciones para el establecimiento de los requisitos fitosanitarios que requieren una trazabilidad reforzada que exige el registro de las parcelas de cultivo y almacenes de confección que quieran participar en el programa de exportación, así como el seguimiento de determinadas medidas de manejo del cultivo durante el ciclo de producción hasta su salida hacia China.
No obstante, la apertura de nuevos mercados en un producto con previsiones de crecimiento en su consumo del 5 % anual no debe ser excusa para la reexportación de almendra procedente de países terceros, más aun teniendo en cuenta que el balance exportaciones/importaciones muestra un déficit en cuanto a los volúmenes de almendra sin cáscara intercambiados.
El acuerdo tampoco debe convertirse en moneda de cambio para la entrada en nuestro país de otras producciones que compitan deslealmente con la producción propia, de ahí que, desde Unión de Uniones, se insista en conocer el contenido del acuerdo y los requerimientos que conllevará este flujo de producto con destino a China en un sector aquejado por una difícil situación a lo largo de las últimas campañas.
Desde Unión de Uniones señalan que "las previsiones del alza del consumo de almendra en todo el mundo no han sido capaces, a corto y medio plazo, de incrementar los precios al productor y consiguientemente la rentabilidad, viabilidad y sostenibilidad del cultivo, en especial del cultivo tradicional en zonas frágiles en lo económico, lo social y lo ambiental".