Electricidad, Carburantes y Alimentos impulsan la inflación
Excluyendo los bienes más volátiles, la tendencia reciente también ha sido alcista
Se alcanza la mayor inflación a cierre de año en lo que va de siglo
La inflación de la Región de Murcia repuntó en diciembre, profundizando en su tendencia alcista de meses atrás. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) registró una subida del 6,3% en términos anuales –un punto más que la mensualidad anterior, y cinco puntos y nueve décimas superior al dato de inicio de año- frente al aumento del 6,5% de media nacional. Debe tenerse en cuenta, además, que este nivel se ha visto minorado por la reducción de tributos eléctricos aprobada en el tramo final del año, sin la cual la inflación a impuestos constantes nacional -no hay datos regionalizados- habría escalado al 7,3%.
Como en el mes anterior, las principales presiones alcistas provinieron principalmente de tres grupos. El primero, gastos asociados a Vivienda, que intensifica su repunte hasta el 22,6%, 6,7 puntos más que en noviembre y el mayor de la serie homogénea, debido al coste de electricidad, gas y otros combustibles domésticos (+59,0%, frente al +41,7% de noviembre). El segundo, Transporte, con un encarecimiento anual del 12,5% (3,0 puntos menos un mes antes) donde juegan un papel relevante los Carburantes y combustibles (+25,4%, variación elevada pero menos intensa que el 31,9% de noviembre). El tercero, Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa se sitúa en el 5,1% (1,9 puntos más que en octubre), la más alta desde septiembre de 2008.
En los nueve grupos restantes, cuatro aumentan su tasa anual, tres la reducen y otros dos la mantienen inalterada. En todo caso, los valores oscilan entre un mínimo del -0,3% en Comunicaciones, y un máximo del +3,0% en Ocio y cultura.
De hecho, si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente se cifró en el 1,9% - cercana al 2,1% nacional pero cuatro puntos y cuatro décimas inferior a la inflación general- con una clara tendencia alcista a lo largo de la anualidad consecuencia de la translación del aumento de los precios energéticos a otros grupos.
En definitiva, la inflación regional cierra el año en niveles no vistos en toda su serie histórica homogénea iniciada en 2002. Si no se tuvieran en cuenta los cambios metodológicos, se trataría de la cifra de inflación más elevada a cierre de año desde 1990. Aunque dicha presión se explica principalmente por el componente energético -que alcanza sus encarecimientos más elevados de prácticamente las dos últimas décadas-, comienza a apreciarse una traslación importante a otros grupos. De la duración del shock energético y de su repercusión al resto de bienes dependerá la tendencia a medio plazo de la inflación, cuya situación óptima implicaría un retorno al objetivo del Banco Central Europeo, establecido recientemente en tasas cercanas al 2%.