Economía

Crecen casi un 40% las empresas que creen que el riesgo de impago aumentará en los próximos 12 meses

Según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, España es uno de los cinco países europeos cuyas compañías son más pesimistas con el futuro empresarial, previendo la permanencia o el aumento de las deudas en sus clientes corporativos

El sector hostelero, el más afectado por los problemas de liquidez, con casi un 90% de compañías en esta situación.

Aunque habrá un ligero repunte de la actividad a lo largo de 2021, el fin de las ayudas y medidas de apoyo de las administraciones podría provocar un aumento considerable de la morosidad.

Tras un año de dificultades económicas y financieras, pese a que la reactivación económica se va haciendo realidad, muchas empresas temen por la liquidez de sus clientes corporativos, especialmente en el caso de aquellos que ya tienen cuentas económicas pendientes.

Y es que, según el Informe Europeo de Pagos de Intrum, compañía líder en prevención y gestión de impagos, se ha incrementado casi un 40% el número de entidades españolas que cree que el riesgo financiero de este tipo de clientes más vulnerables crecerá en los próximos 12 meses.

Una visión surgida a raíz de la pandemia, ya que antes de la crisis sanitaria tan solo el 10% de las organizaciones tenía esa percepción, y ahora este porcentaje asciende al 48%.

Esta situación coloca a España entre los cinco países europeos en los que más empresas están convencidas de que el riesgo deudor aumentará en los próximos 12 meses, al mismo nivel que Noruega (48%). Encabezan el ranking República Checa (70%), Italia (65%), Portugal (54%) y Bélgica (49%), y España se sitúa por encima de países como Reino Unido (46%), Alemania (42%) y Francia (35%).

Respecto a las compañías que abogan por un escenario similar al de meses precedentes, donde el riesgo de aquellos clientes con pagos pendientes se mantiene sin variaciones, el porcentaje ahora es del 32%, frente al 75% de antes de la COVID-19.

Estos datos reflejan, por tanto, que las empresas españolas se encuentran entre las más pesimistas del continente europeo a la hora de valorar una posible mejora en la situación en lo que a impagos se refiere. De hecho, de los 29 países analizados, España ocupa el puesto 24, con un 20% de organizaciones que opinan que el riesgo de sus clientes con deudas mejorará, solo por encima de República Checa (4%), Italia (6%), Bélgica (7%), Países Bajos (8%) y Portugal (13%).

Grandes diferencias por sectores económicos

La irrupción de la pandemia ha supuesto un punto de inflexión en la posición financiera de un elevado porcentaje de organizaciones. Una situación adversa que no ha sido homogénea, afectando especialmente a determinados sectores económicos y tipología de empresas.

Con el objetivo de arrojar luz sobre este asunto, Intrum ha analizado el impacto económico de la pandemia en el sector organizacional:

· Los problemas de liquidez y de deuda han estado especialmente presentes en el sector hostelero, restauración y ocio. Según los datos del Banco de España, correspondientes al año 2020, las dificultades de liquidez han afectado principalmente a los sectores de la hostelería, restauración y ocio, con casi un 90% de entidades en esta situación, vehículos de motor (85%) y transporte (poco más del 80%). Estos mismos sectores están siendo, además, los más sensibles al endeudamiento. Sobre todo, hostelería, restauración y ocio, ya que casi el 45% presentó a finales del año pasado un elevado ratio de endeudamiento (mayor o igual que 0,75) sobre su activo neto.

· Comercio y construcción, sectores con mayor número de empresas disueltas o en concurso de acreedores. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, en 2020, un total de 4.097 negocios se declararon en concurso de acreedores, un 14,4% menos que en 2019, gracias a las moratorias de pagos aprobadas por el Gobierno. Aun así, hay sectores donde estas medidas no han conseguido frenar las consecuencias de la crisis: comercio, construcción e industria han sido los más afectados. En cuanto al número de compañías disueltas, salen especialmente mal parados los dos primeros sectores: construcción y comercio.

· Las pymes, principales afectadas. La facturación y el empleo efectivo (teniendo en cuenta los ERTEs) cayeron en mayor medida en las empresas más pequeñas, incluso teniendo en cuenta el impacto que ha tenido la crisis sanitaria en los diferentes sectores de actividad.

· Tensa calma por la finalización de las ayudas. La línea ICO, así como el resto de las ayudas otorgadas por las administraciones, han tenido una contribución decisiva en el entramado empresarial, especialmente en aquellos sectores más vulnerables. Sin embargo, esta situación podría revertirse en unos meses y provocar un aumento considerable de la morosidad cuando se desactiven algunas de las medidas actuales.

· Repunte en las previsiones 2021-2023. Tal y como muestran las previsiones oficiales del Banco de España, este año el nuevo endurecimiento de las medidas para contener la tercera ola de la pandemia habría vuelto a incidir negativamente en las empresas, especialmente en las ramas ligadas al turismo, al transporte y a la hostelería. No obstante, la reducción continuada de los contagios y alivio de las restricciones estaría ahora dado lugar a una cierta mejora de los niveles de actividad. De cara al segundo semestre se espera que los distintos componentes de la demanda interna privada, así como los flujos de comercio exterior, muestren un repunte, con una intensidad variable en función de cómo se desarrolle la pandemia y de los diferentes sectores económicos.  

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