El movimiento internacional de la Economía para el Bien Común (EBC), que por primera vez se expresa en un manifiesto conjunto, ha estado proponiendo desde el año 2010 un modelo económico alternativo, coherente y completo. La EBC se basa en valores fundamentales como la sostenibilidad, la inclusión y la cooperación, en lugar de priorizar los objetivos financieros y privilegiar la competitividad. El modelo económico vigente contribuye a las crecientes amenazas para la humanidad, tales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, así como la pandemia actual.
Tras analizar las causas de la pandemia, la situación económica actual y el modelo económico que contribuye a pervertir el sistema, proponen en serie de acciones urgentes:
Cambiar las prioridades de la recuperación
- Inversión pública en salud, educación, transporte público sostenible, vivienda y producción sostenible de alimentos, creando así una importante cantidad de empleos, particularmente respetuosos con el clima, y ayudando a transformar la economía hacia la sostenibilidad.
- La introducción de un ingreso básico incondicional, que sea suficientemente alto para cubrir todas las necesidades básicas de una persona.
- Un salario mínimo (sensiblemente más alto que el SMI) combinado con la creación de un salario máximo, lo que permitirá reducir la desigualdad a un nivel aceptable y hacer que nuestras sociedades sean más inclusivas.
- Apoyo financiero o fiscal principalmente a las PYME que contribuyen al bien común, es decir, son respetuosas con el clima, se esfuerzan por la inclusión y cohesión social, y son conscientes de la importancia de la biodiversidad. Uno de los criterios para el apoyo debería ser un informe no financiero auditado externamente, como un Balance del Bien Común o una herramienta similar.
Las personas integrantes del movimiento de la Economía del Bien Común a nivel internacional están convencidas de que a medio plazo todas las organizaciones tendrán que asumir estas responsabilidades. Somos conscientes del calado y del gran desafío que representan los cambios propuestos, sobre todo, porque el modelo económico actual está firmemente establecido y muchas personas dependen de él. Sin embargo, cada vez más empresas, municipios, regiones y gobiernos participan en la implementación de estas nuevas ideas y prácticas. Las empresas que han comenzado a asumir una responsabilidad social, ecológica y democrática están siendo galardonadas y reciben el reconocimiento de todos los estamentos. Ciudades como Ámsterdam, Stuttgart, Viena y en España: Barcelona, Miranda de Azán, Guarromán, Villena, Cádiz (con su proyecto ciudad del bien común) o Tenerife (isla del bien común) están comenzando a promover estos cambios necesarios. El movimiento EBC está dispuesto a trabajar con más ciudadanos, empresas y gobiernos para lograr estos objetivos..
La Economía del Bien Común en España está representada por la Asociación Federal española para el Fomento de la EBC, y por diferentes asociaciones territoriales en Andalucía, Canarias, Cataluña y Comunidad Valenciana entre otras, vinculadas a La Asociación Federal.
El texto completo será enviado a los presidentes de las comisiones de recuperación que se han creado a nivel nacional y en las Comunidades Autónomas. El dinero público debe utilizarse en prioridad para hacer frente a las necesidades básicas de las personas.