Economía

La ruina de los viticultores acecha tras la pandemia

La ilusión con la que los viticultores esperan cada año la vendimia se está tornando, en este 2020, en miedo y ansiedad. A los efectos negativos por la COVID-19 se suma el temor a la falta de precios justos para los agricultores y un plan de ayudas que UPA considera insuficiente.

El sector vitivinícola vuelve a dar muestras de que lo paradójico abunda en la agricultura española. Las previsiones actuales de una buena vendimia dentro de unos meses sumen en el miedo a los productores, un temor a que los precios en origen no les permitan obtener una justa rentabilidad por sus uvas.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha trasladado el descontento de los viticultores españoles por el plan de ayudas diseñado por el Ministerio de Agricultura, que consideran “insuficiente” dada la magnitud de la crisis que afronta el sector. UPA reconoce que las medidas son correctas, pero la dotación presupuestaria es “muy escasa”, y más teniendo en cuenta las mayores ayudas que países competidores de España en el mercado del vino, como Francia o Italia, están destinando a apoyar a su sector.

De momento, los únicos fondos que plantean el Gobierno o las comunidades autónomas son los contemplados en el Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola (PASVE), unas ayudas ya previstas inicialmente y no extraordinarias, “tal y como la situación aconseja”.

Sobre las ayudas a la vendimia en verde, desde UPA se ha solicitado una ampliación del plazo, inicialmente fijado hasta el 23 de junio, un periodo “demasiado escaso para que todos los viticultores interesados puedan sumarse a esta medida consistente en la eliminación de una cierta cantidad de uva cuando aún no ha alcanzado la maduración, favoreciendo la eliminación de excedentes.

Con respecto a las restricciones para vinos amparados por denominaciones de origen protegidas, UPA ha mostrado su “total rechazo” a lo que plantea el Gobierno, dado que está planteado de una manera generalizada para que todos los Consejos Reguladores deban adoptar decisiones para la próxima vendimia, encaminadas a reducir la producción. “No podemos entender que las DOP que no se acojan a ninguna medida extraordinaria tengan que ser penalizadas”, han declarado.

UPA ha afirmado que España “no puede dejar caer” a su sector vitivinícola, una actividad que genera una enorme riqueza, que cuida el medio ambiente y lucha contra el despoblamiento. “Las Administraciones deben aprobar planes de apoyo valientes y urgentes para salvar al sector de la grave crisis generada por la pandemia de COVID-19”, aseguran, que ha venido a sumarse a los problemas estructurales de los viticultores para lograr precios justos, algo en lo que la nueva Ley de la cadena tendrá también mucho que decir en esta campaña.

Por último, UPA ha solicitado un marco de seguimiento de la ejecución de las diferentes medidas en el que participen las organizaciones representativas del sector, en especial las organizaciones agrarias.

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