Belén Palanco
Cartagena (España), 9 jul (EFE).- El fotógrafo español Navia habló con Efe de su pasión por Marruecos y de su exposición "Marruecos, fragmentos de lo cotidiano" que inauguró hoy en el Palacio Consistorial de Cartagena dentro de la decimoquinta edición de La Mar de Músicas, con Marruecos como país invitado.
La muestra reúne "treinta fotografías" en color que han sido comisariadas por el director del festival Fotoencuentros, el español Paco Salinas, y permanecerá abierta al público desde hoy y hasta el próximo 31 de julio.
"Marruecos, fragmentos de lo cotidiano" es, en palabras de este fotógrafo documentalista, un "trabajo en marcha" fruto de sus "dieciocho viajes" a este país.
Esa treintena de imágenes han sido ya publicadas en prensa, pero algunas de ellas se exponen por vez primera, según Navia.
La mayoría de las fotos de 40 por 60 centímetros denota su preferencia por lo que denominó: "formatos que entran dentro de la fotografía documental".
José Manuel Navia (Madrid, 1957) dijo que la moda por las copias grandes es un intento de hacer "un poco de neopictorialismo", es decir, como si la foto quisiera "jugar el papel de la pintura y del cartelismo".
Con respecto a la temática de "Marruecos, fragmento de lo cotidiano", "el trabajo es muy fiel al título" ya que las fotos hablan de la vida en las calles, sin caer "en lo exótico" y en todo aquello que se pueda "sentir muy cercano a cualquier pueblo español".
Este miembro de la agencia Vu indicó que lo que le interesa de fotografiar es extraer "la idea de la huella" de quienes pasaron por aquel lugar antes que sacar "postales del paisaje".
Por su parte explicó su tesis de tratar de "reconocer que de descubrir" cuando fotografía: trabaja en países con los que comparte "raíces" culturales como el "norte de África de influencia hispana, en América Latina y el mundo portugués" para así "trasmitir sensaciones al espectador" a través de sus imágenes.
En concreto su pasión por Marruecos arranca por la relación histórica con España, que sintetizó como "un camino de ida y vuelta" y que en la actualidad esa nación "tiene muchísimo que ver con cómo era España hace 30, 40 ó 50 años".
Navia que también tiene otra muestra individual titulada "Un Madrid literario" en el Museo de la Ciudad de Madrid hasta el próximo 20 de septiembre, señaló que ni la fotografía ni el fotógrafo tienen "respuestas".
Le consta que como fotógrafo "nunca pasa desapercibido" cuando recorre los lugares con su cámara "pequeña" en mano y "con las ideas claras": del lado de "los humildes".
Para ello recuerda unas palabras que le han marcado del escritor marroquí Mohamed Chukri: "Yo no tengo nada que perder. No llevo un apellido de abolengo que exija un trato diferente y que yo podría ensuciar al escribir como lo hago. Soy un Mohamed cualquiera".
De esta manera Navia declaró abiertamente su interés por "el mundo de la gente sin prestigio" que a su parecer son "los auténticos héroes" sociales.
En "Marruecos, fragmento de lo cotidiano" hay fotos célebres, entre ellas, la de una niña que corre por una calle muy estrecha de la medina de Chauen (2002).
De esa foto se puede aprender una lección de Navia para hacer una buen foto: "dar tiempo", es decir, dejar a la vida que se exprese" en un momento.
Y esa imagen fue ¿por azar o suerte?. Según Navia, "la fotografía no es azar" pero cualquier fotógrafo tiene que saber jugar con ese factor y poner la técnica, la intuición y los conocimientos a su alcance y ante todo recalcó: "dar tiempo para que ocurran cosas". EFE