Más de 13.000 romeros acompañaron hoy a la imagen de Santa Eulalia de Mérida en su tradicional bajada desde el santuario de Sierra Espuña hasta Totana, en una de las romerías más participativas de los últimos años. A ellos se sumaron varios centenares de personas que aguardaron su llegada en el paraje de El Rulo y en las afueras del municipio, en puntos como la Cruz de la Misión y sus alrededores.
La jornada, uno de los días grandes de las fiestas patronales, comenzó al amanecer con temperaturas gélidas propias de la época en Sierra Espuña. Desde primeras horas, numerosos fieles accedieron a las inmediaciones del santuario acompañados por los cánticos de las cuadrillas, los tradicionales almuerzos de migas y embutidos, y la siempre presente mantellina —la bebida típica elaborada con miel, anís, agua y limón— que ayudó a combatir el frío de primera hora.
Asimismo, la Concejalía de Festejos, en colaboración con La Despensa de Tani, volvió a ofrecer a las siete de la mañana chocolate caliente con tortas de naranja, repartiendo más de 600 litros de chocolate y 2.500 raciones entre los asistentes.
La Fe se Hace Camino: la celebración de la Inmaculada marca el inicio de la romería
A las ocho de la mañana dio comienzo la santa misa de despedida de la patrona en el santuario, cantada por el Coro Santa Cecilia, donde se celebró la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. La misa fue presidida por Francisco José Fernández, párroco de Santiago el Mayor, quien centró su homilía en el relato evangélico de la Anunciación.
El párroco subrayó que la solemnidad recuerda que “la santidad es posible”, porque Dios toma la iniciativa en María y actúa cuando encuentra libertad en el corazón humano. Destacó que la Virgen vivió “sin resistencias al amor de Dios” y que, por ello, se convierte en modelo y guía para toda la Iglesia. Su respuesta al ángel —“Hágase en mí según tu palabra”— fue presentada como clave espiritual del día.
Enlazando con el espíritu de la romería, Fernández invitó a fijar la mirada en Santa Eulalia, “joven, valiente y fiel”, que también vivió su fe con radicalidad diciendo “sí” sin reservas. La patrona, afirmó, encarna el coraje, la entrega y la alegría de quien encuentra sentido a su vida en Cristo.
El sacerdote exhortó a la comunidad a vivir la bajada “como pueblo y como familia”, llevando en el corazón súplicas, gratitudes y esperanzas, para sentir que “la fe se hace camino y la historia personal se entrelaza con la historia de nuestro pueblo”. Concluyó pidiendo a la Inmaculada que enseñe a acoger los dones de Dios y a Santa Eulalia que conceda valentía para vivir la fe con coherencia. Invocó un tiempo de renovación, conversión, reconciliación y fraternidad, deseando que la Virgen “cubra con su manto” a los fieles y que la Santa, aferrada a la cruz, “camine siempre con nosotros para llevarnos a Cristo, puerto seguro de la vida”.
Despedida en el santuario y comienzo de la romería
La imagen partió puntual a las nueve, portada a hombros por los Hermanos de La Santa y ataviada con su tradicional traje rojo de romera, dispuesta a recorrer los siete kilómetros que separan el santuario del casco urbano, arropada por miles de vecinos y devotos.
Tres horas después, y en un ambiente festivo, Santa Eulalia llegó al paraje de El Rulo, donde fue recibida por autoridades civiles y religiosas, miembros de la Corporación Municipal, representantes del Patronato de la Fundación La Santa, la Banda de la Agrupación Musical y numerosos vecinos.
Llegada a Totana
La imagen permanecerá en la ermita de San Roque hasta mañana a las 18:00 h, momento en que será trasladada en procesión a la Parroquia de Santiago, donde permanecerá durante todas las fiestas patronales y la Navidad. El regreso al santuario tendrá lugar el 7 de enero, en la tradicional romería de subida.
Balance de seguridad
Durante la jornada, los servicios de emergencia realizaron seis asistencias sanitarias leves, con el traslado de una persona al Centro de Salud de la localidad.