No se llama así como todos sabemos, pero es precisamente el lugar de reunión de casi todos los pescadores de Totana y alguno que otro que se desplaza de Alhama de Murcia, ya que es un lugar entrañable donde el grueso de las conversaciones versan sobre ese tema. Conocí el Bar La Curva cuando lo regentaba el inefable Pepe, que luego abriría Los Pepes en la calle General Aznar, tomándolo en 1998 su cuñado Juan Martínez Martínez.

Tiene una excelente situación, pues está frente al ambulatorio y suele estar lleno a la hora de los almuerzos y aperitivos, pues Ana Andreo, la esposa de Juan tiene manos de oro para la cocina tradicional. A la hora del almuerzo están sacando de la cocina platos con frituras de pescado, calamares, patatas fritas a lo pobre con huevos fritos y unas cuantas más, que los almorzantes devoran con fruición, en la mayoría de los casos mientras se habla de doradas o lubinas.

Cuando entré la primera vez me sorprendió encontrar que el bar tiene un segundo nombre: La Espera, que naturalmente hace mención a una de las características esenciales de todo pescador, saber esperar. Tenía además a su entrada unas vitrinas con artículos de pesca como anzuelos, cañas, plomos y demás adminículos necesarios para la práctica de este deporte.

El bar es la sede oficial del Club de Pesca Ciudad de Totana y Juan su presidente, razón por la cual es habitual encontrar allí a muchos practicantes de este deporte como mi amigo el médico José Luis Cánovas Ciller, que deja la cercana consulta durante unos minutos para reponer fuerzas mientras habla del tema habitual del lugar.

Este bar se ha hecho un referente a la hora de las comidas para llevar, pues son muchísimas las personas que eligen la excelente cocina de Ana para la reparación de estómagos agradecidos. No entiendo cómo en una cocina tan pequeña se puede guisar tanto, especialmente esos platos tradicionales de la zona como la olla de cerdo, el cocido, los macarrones y demás especialidades totaneras y murcianas por ende.

El hecho de que el marido de mi única hermana haya sido toda su vida aficionado a la pesca y haya presidido la Federación Murciana de Pesca durante treinta y cinco años hace que yo tenga algunos conocimientos de este deporte, y he conocido allí a geniales aficionados, algunos de ellos con unos palmarés que ya quisieran para sí muchos practicantes de otros deportes.

La misma hija del propietario, la joven Ana Martínez Andreo, que es monísima, empezó en el deporte de la mano de su progenitor desde muy niña y destacó siempre por su destreza siendo campeona regional de las categorías de menor edad durante cinco años, habiendo participado en varios campeonatos mundiales con excelentes resultados quedando la cuarta y la sexta, que no es moco de pavo.

Pero esa afición desmedida por la pesca de Juan no solamente ha fructificado en su hija, pues su pequeño Juan David, de trece años ya ha ganado el Campeonato de España en la categoría 16, naturalmente la adecuada a su edad. Parece que el menor de la saga quiere seguir los pasos de su hermana, pues tiene suficientes aptitudes y una afición desmedida, que son las condiciones necesarias para ser un campeón.

La Peña totanera está considerada por la Federación de Pesca como una de las mejores de Murcia, toda vez que sus socios suelen estar siempre en las cabeceras de los premios de lanzamiento con caña en el mar, como el amigo Juan Cánovas Miras que ya ha pisado varios campeonatos mundiales con excelentes resultados siendo este año 2021 el Campeón Mundial de Pesca con Caña, habiéndolo sido por equipos y subcampeón, con otros títulos europeos que demuestran su altura deportiva, y por extensión el nivel de pescadores que tiene Totana. Todo un lujo para nosotros contar con este bar y los pescadores que lo frecuentan.

Es un lugar agradable, donde Juan nos atiende con gran profesionalidad, con unas tapas de exquisita calidad y una comida digna de ser tenida muy en cuenta y sitio de encuentro de todos los amantes del pescado fresco.

Juan Ruiz García