Alumnos de diferentes cursos del IES Prado Mayor asistieron hoy a una exhibición canina de animales que trabajan con víctimas de violencia de género en el marco del Proyecto ESCAN que financia la Comunidad Autónoma de Murcia, una actividad de concienciación promovida por el centro en el marco de los del Día Internacional de la Mujer.

Esta iniciativa de sensibilización y lucha contra la violencia de género, que ha tenido lugar en el campo anexo al estadio municipal “Juan Cayuela”, se centra en la víctima, proporcionándole una herramienta que la recupere psicológicamente y atribuyéndole empoderamiento y libertad para retomar su vida.

La actividad ha contado con la asistencia del concejal de Mujer e Igualdad, Javier Baños, técnicos de este departamento municipal, la directora del IES, Marisol Martínez, y representantes de toda la comunidad educativa del instituto.

Esa libertad se refleja en aspectos no sólo psicológicos, sino laborales, sociales, educativos y familiares; pues trabajando inicialmente sobre el aislamiento y el miedo asistidos con un perro adiestrado, se puede de una forma efectiva mejorar aspectos de su vida cotidiana, como han comprobado en directo los alumnos del IES.

El proyecto va dirigido de una forma directa a mujeres víctimas de violencia de género, a su familia y entorno cercano; e indirectamente, también tiene el objetivo de sensibilizar a toda la sociedad para avanzar en la implicación necesaria que contribuya a conseguir la erradicación de la violencia en el ámbito más intimo.

En el marco de este proyecto se organizan actividades en centros educativos con los perros con el fin de alcanzar a estudiantes y entidades sensibilizadas con la violencia de género, para que puedan colaborar en el desarrollo de esta herramienta de apoyo a las mujeres que lo sufren, y que les permita retomar el control de sus vidas.

El proyecto proporciona una terapia de recuperación psicológica asistida con perros y, simultáneamente, proporciona una herramienta de prevención de agresiones físicas y psicológicas, de forma que mediante esta terapia asistida con perros, trabajan sobre el aislamiento, miedo, autoestima, entre otros,  y a partir de esa recuperación avanzan en la recuperación integral.

Éste se desarrolla a través de una primera fase de selección del perro y de la usuaria con la que convivirá, una segunda fase de socialización y desarrollo del vínculo, la fase tercera de adiestramiento y la fase final de seguimiento y evaluación; todas ellas bajo el control de los profesionales terapeutas y adiestradores.

El proyecto es innovador al combinar la   terapia psicológica con la protección que proporciona el perro, permitiendo una notable efectividad terapéutica, superior a la "terapia clásica", de forma que la presencia del perro se constituye en una herramienta de apoyo a las instituciones encargadas del seguimiento y protección de las víctimas, proporcionando un valioso tiempo para que esa asistencia se active.