Cuando germinan en el corazón la ternura, los sentimientos, las esencias de la existencia, cuando en él se hace fértil la semilla de la fe y desde él se impulsa y alienta el caminar es posible irradiar grandeza y plenitud. Es entonces, y así lo recoge el libro de los Proverbios, cuando «brotan los manantiales de la vida». Esa agua tonificante y sanadora que transmite al otro confianza, que es bálsamo reparador, que deja huella e impronta, que marca camino y señala rutas, es un don que en algunas personas brota en abundancia. En Juana Celi, pregonera de la Semana Santa de Totana 2019, fluye a borbotones.

Fundamentada Juana Celi en la credencial de nobleza que anida en su espíritu, en la generosidad de su quehacer, en la vitalidad y la fuerza de su testimonio, su verbo acrisolado en la esperanza, cimentado en la certidumbre, fortalecido en el Evangelio y edificado en la solidez de su anhelo educativo y solidario, resonó, en el templo parroquial de Santiago el Mayor, en la solemne proclamación nazarena de la Semana Santa de nuestra ciudad, radiante de lucidez, de lealtad y significado. Un gozo para el alma, una convocatoria a interiorizar, vigorizar y reconfortar el peregrinar de tantos nazarenos, hombres y mujeres, que en Totana asumen en integridad de sentido su compromiso cofrade, su responsable e involucrada participación en la extraordinaria afirmación del mensaje redentor de Cristo, de la valía de un aroma que nace impregnado en fraternidad y misericordia. Gracias Juana Celi por la convicción de tu exhortación, por la calidez de tu palabra, pero, sobre todo, por convocarnos a fundamentar nuestra andadura pasional en la luz del crucificado, cuya estela proyecta entrega, comprensión, respeto, cercanía, justicia, caridad, y lo más grande de todo, amor.

No podemos olvidar el cariñoso detalle de la presencia de los jóvenes escolares, de los alumnos de Juana Celi, en la apertura del acto. Esa participación supone un reconocimiento a la importancia y consideración de la educación, pero también a la necesidad de trasvasar a las nuevas generaciones la raigambre de la herencia nazarena de Totana, la alianza de sus gentes con una celebración que no es solo referente antropológico y argumento de singular mérito, sino que es expresión de un proyecto con el que Cristo acoge e invita a la vida, a la implicación, a la concordia, a permanecer junto al desamparado…

Desde la admiración a Juana Celi y cautivado por su deslumbradora reflexión quiero exteriorizar mi enhorabuena, felicitarla por el trabajo realizado, por la claridad y transparencia de su conmovedor pregón. Tan vibrante alocución contiene multitud de matices que nos han de ayudar a iluminar el transitar cofrade por la Semana Santa de 2019, recordando que ese peregrinar pasa principalmente por la conversión, por el perdón, por la humanidad… De igual modo, reconocer el acierto del presidente del Ilustre Cabildo Superior de Procesiones de Totana, José Ramón Peñalver, en el encargo de este fecundo legado.

Juan Cánovas Mulero
Cronista Oficial de la Ciudad de Totana