Ante el comunicado del hasta hoy mi partido, quiero manifestar que hubiera preferido que no se cumpliera lo predecible y predicho. Sin embargo queda patente que ha aparecido no la actitud del PSOE sino de sus dirigentes en Totana, la ya conocida como "vieja escuela", que podrían aparentar que los nuevos aires no les llegan o están demasiado hipotecados con el poder municipal. No obstante, leal hasta hoy a las siglas socialistas y a sus premisas justifico este juicio de valor ante mi vehemencia política.

Iba a guardar silencio pero, tras los mensajes de ánimo y apoyo de muchos totaneros, considero necesario dar esta explicación y ante la desautorización pública que se ha emitido, no es mi deseo que la ciudadanía interprete una disparidad de pareceres en el seno de mi partido como una actitud de servilismo y complacencia a los dictados del Partido Popular, y que ante la sinrazón de una moción de reprobación, recurren públicamente a desautorizarme, algo que no es la primera vez que ocurre, para contentar a aquellos que la piden de forma cínica, para tapar sus vergüenzas y el dispendio del erario público.

No es el momento, dado el clima de descrédito de la clase política, para que las viejas guardias de los partidos en Totana se afanen en el linchamiento político como si existieran deudas pendientes.

No voy a entrar en explicaciones ni motivos sino en mi reafirmación en que la labor de la oposición no termina en los  plenos.  Porque ante el conocimiento de que se podría estar quebrantando la ley, mi labor de Oposición no puede limitarse a ser una mera decoración sino que seguiré insistiendo en que hay otros métodos que no son los políticos sino la vía judicial cuando aquellos no sirven.

Cuando se publican en medios informativos y circulan listados con responsables políticos imputados, en los que figuran la alcaldesa y sus dos antecesores, sería incongruente con mi obligación soslayar esas responsabilidades y callar sin expresar mi opinión no sobre tal cuestión, ya que de eso se encargarán los jueces, sino sobre lo que considero dentro del marco de la opinión personal que ha supuesto la ruina económica del Ayuntamiento.

Es totalmente incomprensible que el Partido Popular no haya salido a dar una explicación acerca de la posible apertura de  Diligencias por parte de la Fiscalía anticorrupción.

E inconcebible también que pretendan que un concejal de la Oposición calle o se hinque de rodillas ante el equipo de gobierno presidido por una imputada por tres supuestos graves delitos.

Por supuesto que respeto la postura de mis compañeros, no la comparto, y lo aquí expresado es fuera del consenso grupal y de su aceptación pero dentro de las competencias que mi acta de concejal socialista me permite.

Respeto profundamente a los militantes socialistas y por ellos también emito este comunicado en el convencimiento de que el inminente proceso de primarias supondrá el pulso de una base que refrendará o no a sus representantes.

Considero que ese es el verdadero y legítimo pulso político, sano y necesario para lanzar un mensaje a los "poderes" en la sombra. Pulso que todos los partidos deberían realizar como ejercicio de higiene política.

Siendo yo la poseedora de mi Acta de Concejal es mi propósito hacer uso de ella hasta el final de la legislatura como obligación hacia aquellos que depositaron su confianza en unas personas entre las que me hallo e igualmente es mi propósito seguir en mi línea de denuncia  ya que no estoy hipotecada a intereses particulares ni partidistas, debiéndome tan sólo al interés general de los ciudadanos de Totana , combatiendo la negligencia de quienes los ignoran en beneficio de los suyos. Juré mi cargo condicionada a la libertad que queda por encima de obediencias que no puedo compartir, o de contubernios varios, o trasiegos de intereses o tráfico de influencias que vulneren lo publico.

Me alegra que el PP se afane en amordazarme porque implica que les molesto y no les soy útil para tragar "pactos, mejunjes y enjuagues varios."

Obviamente el hastío de la militancia política en Totana y de gran parte de la ciudadanía  es tangible  por lo que la aparición afortunada de otras opciones políticas podrá dar cauce al descontento, la desilusión y la frustración al ver que prima el mercadeo a las ideas y principios políticos. Queda claro que próximos como estamos a las elecciones serán esos nuevos partidos quienes subirán el termómetro de cuanto se ha denunciado.

Considero que la posible y futura nueva escena política pondrá frenó a pactos entre bambalinas a espaldas de la militancia y los vecinos en general , cuyo interés se olvida en ocasiones, dará paso a una nueva clase política que estará ahí por los votos de esa ciudadanía que hasta ahora pueden haber visto su confianza defraudada y estafada. Y en absoluto debe hacer temer a quienes militamos o formamos parte de los partidos convencionales sino suponernos un acicate para buscar regeneración pública.

Si como se aprecia a todos los niveles, local, regional y estatal, existen intereses comunes entre los diferentes grupos políticos , que se benefician de la "tarta", la nueva escena política puede llegar bajo  tiempos de investigación judicial que depuren la vida municipal, sin que se pueda "tapar", "desvirtuar" , "adulterar" o "manipular " .

Manifiesto que esta reprobación pretendida me ha dado fuerza ya que, de momento, ya ha servido para abrir actitudes críticas entre muy diversos sectores y entre los vecinos, ayudados ahora por la presencia de nuevos partidos y nuevas personas más allá de los partidos clásicos.

Reafirmo mi voluntad de que, desde mi partido u otra formación política seguiré siendo un estilete contra el mercadeo político a costa :del erario público y donde principios y ética política pierden la razón de ser ante las evidencias de las turbulencias que generan quienes "controlan la vida política de este pueblo", en demasiadas ocasiones bajo el estigma de la corrupción.

Finalizo afirmando que ya es hora de poner cordura a años de sinrazón política, de escasa eficacia y a años de personajes que tratan de perpetuarse públicamente o en la sombra dirigiendo la vida política municipal sin que sean validados por las urnas para ello.