El Partido Popular ha tenido acceso a la moción que ha registrado el Grupo Municipal Socialista de Totana para el pleno de febrero sobre las muertes de inmigrantes en la frontera de Ceuta y en la que exige la dimisión del Director de la Guardia Civil y el ministro del Interior.

El PP lamenta como no podía ser de otra manera cualquier pérdida humana tras los sucesos del pasado 6 de febrero que dejó 15 muertos pero considera hipócrita y oportunista la moción de los socialistas totaneros en la que se critica la actuación de la Guardia Civil en la frontera española de Ceuta.

No es de recibo la irresponsabilidad política de un partido nacional, como es el PSOE, al que se le presume, supuestamente, un sentido de Estado; y con lo que se demuestra que con sus actitudes y manifestaciones públicas que no es lo mismo gobernar que estar en la oposición.

El PP local recuerda que el Gobierno de España está haciendo exactamente lo mismo que se hizo cuando el Ministerio del Interior estaba dirigido por el Sr. Rubalcaba, que es aplicar la Ley.

¿Acaso se piensan que la gente olvida? Pues en el 2005 se produjo un asalto con cinco inmigrantes fallecidos cuando 600 subsaharianos intentaron saltar también la valla, por tanto es muy hipócrita ahora esta crítica.

El PSOE debería tener más sentido de Estado y hacer frente común para exigir al gobierno de Marruecos que impida avalanchas continuadas.

Para el PP, es muy hipócrita que el PSOE cambie su discurso según esté en el gobierno y lo que deben hacer los socialistas es apoyar para reclamar a la UE que tome conciencia de que Ceuta y Melilla son la frontera europea y se debe hacer un esfuerzo común y conjunto. Ayer mismo otro medio centenar de subsaharianos penetraba en España por la frontera de Melilla y no se puede encarar este fenómeno sino es con una política de Estado fuerte y cohesionada de todos los partidos políticos.

A ello se cree que, según fuentes policiales, la presión migratoria sobre Ceuta y Melilla puede agravarse en las próximas horas, debido a que se piensa que unos 30.000 ciudadanos de origen subsahariano permanecen repartidos por Marruecos con la intención de acceder a Europa, principalmente a través de estos dos enclaves españoles norteafricanos.