El Gobierno municipal del Ayuntamiento de Totana ha justificado el conjunto de medidas adoptadas durante los dos primeros años de legislatura que han supuesto una reducción de más de seis millones de euros al año y han posibilitado el mantenimiento de los principales servicios públicos que presta esta administración.
La alcaldesa, Isabel María Sánchez, y el portavoz del Gobierno municipal, David Amorós, realizaron un balance de los dos primeros años de esta legislatura y explicaron las principales medidas adoptadas en este tiempo en el ámbito político, administrativo y organizativo para optimizar la prestación de los servicios públicos cumpliendo el objetivo de déficit cero.
Los responsables municipales recordaron la situación desde la que partió este equipo de gobierno con la situación de un estudio económico-financiero; y repasaron todas y cada una de las medidas de reajuste y austeridad tomadas en cada una de las materias de gestión municipal para conseguir una "administración más ágil, cercana, austera y sostenible".
Amorós dio cuenta de las principales actuaciones desarrolladas para cumplir con el objetivo del déficit presupuestario y recordó la creación de un plan de ajuste "ambicioso" para revertir la política de gastos que diera respaldo financiero y posibilitara la inyección de liquidez al tejido empresarial y social, en virtud de los dos planes de pago a proveedores.
El edil defendió la nueva gestión pública "a coste cero" y se refirió al rescate de servicios que se prestaban por ser deficitarios, como el caso del de Aguas, y nuevos modelos de gestión como los servicios de ambulancia, grúa municipal, formación y servicios culturales y de festejos.
Recordó la reorganización administrativa con la creación de ocho grandes áreas de gestión que ha permitido maximizar los recursos humanos mediante la unificación y reubicación de servicios y concejalías y la transversalidad de los puestos de trabajo; al tiempo que destacó la ampliación de la jornada laboral de 35 a 37,5 horas semanales.
También destacó la renegociación a la baja de contratos, alquileres y empresas de servicios (telefonía, copistería, gestión de tributos, etcétera), así como la reducción "sistemática" del coste salarial de cargos públicos y personal de confianza y la eliminación "drástica" de partidas de representación, comunicación y protocolo.
En relación a las medidas de reajuste interno del personal, dijo que eran "pioneras aunque dolorosas" y citó la amortización de 13 plazas de funcionarios interinos y la reciente aprobación del despido colectivo de 35 empleados laborales.
Al respecto, comentó que las distintas resoluciones judiciales -tanto los diferentes contenciosos en materia de Personal como la sentencia del ERE- ratifican que "se ha
negociado de buena fe y ajustado a derecho" y recordó algunos de los acuerdos parciales alcanzados con los sindicatos (mejoras indemnizaciones, cursos de formación y reciclaje, convenio especial con la Seguridad Social para trabajadores de más de 55 años, creación de bolsa de trabajo preferente, entre otros).
Hoja de ruta en la acción de gobierno
Por su parte, la alcaldesa justificó que las medidas responden a la ejecución de "una hoja de ruta", en la que durante el primer año "se sentaron las bases políticas" y en el segundo "se adoptaron las medidas necesarias para gestionar la administración con criterios de máxima eficiencia y austeridad".
La regidora explicó que la acción política se acometió siguiendo las premisas de "estar con los vecinos que más lo necesitan y apoyando a los sectores productivos que generan la riqueza y reactivan la economía" y defendió las decisiones de "reajuste y reorganización" para conseguir, en última instancia, el equilibrio presupuestario.
Sánchez Ruiz reconoció que la gran mayoría de propuestas son "impopulares, de desgaste y lamentables", pero las justificó por ser "necesariamente obligatorias para el interés general de Totana en el marco de una política responsable, transparente y valiente"; y cifró en 91 millones de euros la deuda total del Consistorio totanero.
Además, anunció que los dos últimos años de legislatura la acción de gobierno girará en torno a la creación de empleo e impulso de los sectores productivos, como la agricultura y el turismo e insistió en que todas las acciones se han llevado a cabo "siguiendo los criterios que aplica cualquier familia totanera de no gastar más de lo que se ingresa, y pensando en el interés general por encima de los particulares".
Repasó algunos de los logros conseguidos en estos dos años aunque perseveró en que "es la legislatura de las grandes infraestructuras", reconociendo que "se han vivido momentos muy difíciles que seguramente tendrán un coste electoral pero que no había más camino".
"Han sido medidas muy duras y dolorosas -sobre todo las de Personal- pero necesarias para la viabilidad de la institución", sentenció.
Agradeció a los trabajadores públicos su predisposición y adaptación a la nueva situación y reiteró que se va a continuar trabajando de la mano del tejido social y vecinal como "principal agente dinamizador de la vida de Totana".