Viajaba el Olímpico a la huerta de Murcia con muchas bajas, pero con la intención clara de traerse los puntos en su partido contra el Montecasillas. Lo demostró adelantándose en el marcador a los diez minutos de partido por mediación de Maxi.

Pero también demostró el árbitro que no estaba por la labor de que los totaneros triunfaran en Murcia. Y es que a mediados de la primera parte, Jorge Molino recibe un pase medido de Maxi y cuando encaraba al portero local, un defensa del Montecasillas lo zancadillea; el colegiado pita, y cuando todos pensaban que estaba señalando penalty y tarjeta roja para el defensa local, le saca tarjeta amarilla a Jorge y falta contra el Olímpico. Podría haber sido el 0-2 y haber cerrado el partido con los locales con uno menos.

El Olímpico controlaba el centro del campo y por tanto, el juego esperando que pasaran los minutos hasta el final de la primera parte.

Igual que terminó la primera parte comenzó la segunda mitad, en donde el Olímpico marcaba los tiempos de juego y el Montecasillas no llegaba al área de Ginés. Pero los totaneros debieron tener más ambición porque un gol de los locales en un campo pequeño, podía llegar en cualquier jugada aislada.

No obstante, las llegadas al área local por parte del Olímpico no dejaron de producirse, como tampoco el arbitraje casero y desconcertante que el colegiado se empeñó en protagonizar.

En una jugada por la banda, se produce un fortuito pisotón al linier por parte de un defensa local, y cuando Cristian después de dos regates se encontraba dentro del área, el árbitro pita para que se pare el partido y atender al linier, con lo que desbarata una manifiesta ocasión de gol visitante.

Más tarde se produce una errónea interpretación de la ley de la ventaja que vuelve a perjudicar al Olímpico. No acabaron ahí los desmanes arbitrales, porque todavía faltaba por conocer que no se sabía el reglamento en lo que a cambios se refiere, prohibiendo al Olímpico hacer su último cambio. El delegado de equipo totanero trató de enseñarle un documento escrito de la federación donde se refleja los cambios que se pueden realizar y cómo hacerlos, lo que provocó la incomprensible expulsión de éste.

Con el equipo desquiciado, vino el gol local en el minuto 86 en el saque de un córner. Muy probablemente esa jugada no se hubiera producido de haberse permito el cambio reglamentario en otro error arbitral más, y van…

El Olímpico puede y debe salir a ganar todos los partidos por su potencial humano y técnico, pero los arbitrajes que está sufriendo privan de que los resultados obtenidos sean lo que deportivamente refleja el terreno de juego.