El alcalde de Totana, José Martínez Andreo, y el consejero de Empresa e Innovación, Salvador Marín, procederán el martes 14 de julio a la inauguración de la rehabilitación que se ha llevado a cabo del horno moruno, que se encuentra en la Avenida de la Rambla de la Santa junto al Centro Tecnológico de la Artesanía (CTA) de la localidad.
El acto se celebrará coincidiendo con la finalización de los actos conmemorativos del décimo aniversario de la puesta en funcionamiento del CTA, que tendrá lugar ese mismo día a las diez de la mañana.
La rehabilitación del horno moruno se enmarca en el Plan de Dinamización Turística de Sierra Espuña, llevado a cabo por la Mancomunidad de Servicios Turísticos de Sierra Espuña, donde están integrados los municipios de Totana, Pliego, Alhama, Mula y Aledo, con una inversión que supera la cantidad de 46.905'76 euros, con el propósito de convertirse en otro reclamo de interés turístico vinculado al sector de la artesanía.
Trayectoria e historia del horno moruno
Del horno alfarero rehabilitado, se conoció su existencia y su estado de conservación gracias a la actuación arqueológica llevada a cabo en 1996 por la Dirección General de Cultura de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, “Actuación Arqueológica en Avenida de la Rambla de la Santa-Paseo de Ollerías”, dirigida por el profesor José Sánchez Pravia.
El horno moruno se encuentra perpendicular a la Rambla de la Santa, a su paso por el caso urbano, donde existe una plataforma ligeramente elevada de unos 45 centímetros, que marca la entrada pública al edificio histórico, cuya superficie está cubierta por un “tablero cerámico” a la manera de un mosaico de piezas dibujadas en formatos distintos.
La ejecución del proyecto se ha realizado en homenaje a este oficio antiquísimo de la artesanía, que es una seña de identidad sociocultural para los vecinos de Totana, donde la actividad artesanal tradicional por excelencia es la alfarería y la cerámica, siendo reflejo de esto el nombre de algunas de sus calles tales como Ollerías y Tinajerías y con la presencia de hornos árabes catalogados por Patrimonio como Bienes de Interés Cultural.
La alfarería conocida tiene su origen en la época medieval. La tradición es antiquísima y transmitida de padres a hijos, a través de muchas generaciones que, algunas de ellas se remontan al S.XVIII, según consta en los archivos.
Además, existen testimonios de cerámica ya en la Prehistoria, algunos de ellos de hace más de 2.600 años. Así lo confirma el poblado de Las Cabezuelas, asentamiento íbero que basaba su economía en la agricultura, ganadería y artesanía como herreros, molineros, tejedores y ceramistas, actividad esta última ubicada principalmente en el Barrio de las Ollerías.