La Concejalía de Sanidad, conocedora de que muchos niños acuden al colegio sin desayunar (6,2% de la población infantil) o haciéndolo incorrectamente, ha organizado durante los meses de noviembre y diciembre unas jornadas en los colegios del municipio, en las que se han ofrecido desayunos saludables a los niños de 1° de primaria y sus padres para que logren un óptimo rendimiento tanto físico como intelectual durante su trabajo diario, así como para evitar la obesidad infantil y la diabetes. Además de estos desayunos, se han impartido unas charlas a los padres de los alumnos sobre hábitos de alimentación saludable en la infancia.
En esta campaña se va a intentar promover el desayuno, por las siguientes razones (según datos del Ministerio de Sanidad):
Es preocupante que el 8% de los niños españoles acudan al colegio sin haber desayunado. Se ha demostrado que la prevalencia de obesidad es superior en aquellas personas que toman un desayuno escaso o lo omiten.
Además, para el 19,3% de la población infantil y juvenil el desayuno consiste únicamente en un vaso de leche, mientras que para el 56% el vaso de leche se acompaña de algún hidrato de carbono (pan, galletas, etc.). Sólo un 7,5% de los niños toman un desayuno equilibrado compuesto por leche, fruta o zumo e hidratos de carbono.
Las prisas por llegar a la escuela y la somnolencia de los primeros momentos de la mañana, en ocasiones impiden realizar la primera comida del día correctamente, lo que puede provocar una disminución de la atención y del rendimiento en las primeras horas de clase. La familia debe tratar de organizar su tiempo para que el escolar pueda disfrutar de un buen desayuno.
El desayuno es una de las tomas del día más importante y debería cubrir, al menos, el 25% de las necesidades nutritivas del escolar. El aporte energético del desayuno es de gran importancia, ya que permitirá lograr un adecuado rendimiento tanto físico como intelectual, en las tareas escolares y en el trabajo diario.
El desayuno admite una oferta de alimentos variada, pero para que tenga las mejores cualidades nutricionales debe incluir: un lácteo (un vaso de leche, un yogur, queso de cualquier modalidad); un cereal (preferiblemente pan, pero también copos de cereales, galletas, magdalenas, bizcochos,…); una grasa de complemento (preferentemente aceite de oliva, pero sin denostar la mantequilla, margarina…); una fruta o su zumo (cualquier variedad en estación y zumos naturales diversos); mermeladas, miel y, en ocasiones, jamón u otro tipo de fiambre.
Objetivo
El objetivo es promover hábitos alimenticios saludables desde la infancia y, para ello, se ha elegido el desayuno, ya que todos los expertos coinciden en la importancia de la primera comida del día en el ámbito de la prevención.
El 6,2% de la población infantil y juvenil no desayuna habitualmente y sólo el 7,5% de los niños toman un desayuno equilibrado, compuesto por leche, fruta o zumo e hidratos de carbono, según datos del Ministerio de Sanidad.
Una propuesta saludable para prevenir la obesidad infantil
Comer de todo. Una alimentación variada y equilibrada es una alimentación sana.
Desayunar siempre y de forma más completa posible.
Cereales (pan, pasta, arroz…), patatas y legumbres son alimentos básicos y tienen que formar parte de nuestra dieta diaria.
Moderar el consumo de grasas, especialmente las de origen animal.
Tomar todos los días frutas, verduras y hortalizas.
Moderar el consumo de productos ricos en azúcar como las golosinas, los dulces y los refrescos.
Reducir la sal en las comidas y utilizar, preferentemente, sal yodada.
Hacer todos los días ejercicio físico. Caminar siempre que sea posible.
Involucrar a todos los miembros de la familia en los distintos aspectos relacionados con la alimentación: comparar, decidir el menú y cocinar.