Los arqueólogos encargados de la XVII Campaña de Excavaciones Paleontropológicas y Arqueológicas en la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo han hallado los restos de dos cráneos con mandíbulas del Hombre del Neandertal de hace 50.000 años. El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón, presentó esta mañana estos últimos hallazgos en el yacimiento, junto al concejal de Cultura del ayuntamiento de Torre Pacheco, Antonio Madrid; y al director de las excavaciones, el profesor de la Universidad de Murcia Michael Walker.
Con estos últimos descubrimientos son ya tres los cráneos encontrados en la excavación del conglomerado superior de la Sima de las Palomas, un hecho que “refuerza la importancia del yacimiento en la paleontología tanto regional como europea y, por tanto, reafirma la necesidad de impulsar la creación del Museo de Paleontología y de la Evolución Humana de Torre Pacheco”, explicó Ujaldón.
En este mismo sentido, el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, señaló que “la decisión de aumentar el espacio museográfico de la Sima de las Palomas en el Museo de Paleontología fue sumamente acertada, como demuestra la importancia de los restos encontrados en el yacimiento”.
Historia del yacimiento
El yacimiento paleontropológico de la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo ha proporcionado importantes paquetes de huesos articulados pertenecientes a una decena de individuos del hombre fósil europeo denominado ‘Hombre de Neanderthal’ u ‘Homo Neanderthalensis’, que vivía en esta zona hace una 50.000 años. En total, se han identificado 150 restos de huesos y dientes, conformando el más importante conjunto de restos de esta especie humana fósil en todo el arco del Mediterráneo español.
La investigación científica comenzó en 1992, tras el hallazgo casual en 1991 de los primeros restos, bajo la dirección de los profesores Michael Walker, de la Universidad de Murcia, y José Gibert, del Instituto Paleontológico de la Diputación de Barcelona. Actualmente, dirige la investigación Michael Walker junto al arqueólogo de la Universidad de Murcia Mariano López Martínez.