Blake Lemoine, un ingeniero de Google ha aparecido en los titulares de todo el mundo tras haber sido despedido de la empresa. ¿El motivo? Sus afirmaciones de que la inteligencia artificial, en concreto un bot de la compañía, se había vuelto inteligente.
El departamento de recursos humanos de la empresa dijo que Lemoine había violado las políticas de privacidad de Google, y este afirma que el día antes de ser suspendido de la empresa, envió documentos a un senador de EE.UU en los que supuestamente presentó evidencias de este hecho.
El ingeniero de software de Google afirmó que la inteligencia artificial de la empresa había desarrollado conciencia y fue suspendido
Google ha señalado que sus sistemas imitan las conversaciones de persona a persona y pueden expandirse en una gran variedad de temas, pero esto no significa que tengan conciencia. “En nuestros equipos, que incluyen filósofos de la moralidad y la tecnología, estudiaron las inquietudes de Lemoine y no se ha encontrado evidencia alguna que respalden sus afirmaciones”, dijo Brian Gabriel, uno de los portadores de Google.
Durante meses, Lemoin ha estado discutiendo con ejecutivos y el personal de recursos humanos de Google acerca de que LaMDA tiene conciencia y alma. Desde Google, apuntan a que cientos de investigadores y programadores de la empresa han mantenido conversaciones con LaMDA y han llegado a una conclusión distinta a la de Lemoine. La mayoría de expertos en IA creen que la compañía aún se encuentra lejos de desarrollar una conciencia propia.
Hay algunos investigadores que han afirmado que estas tecnologías están cerca de desarrollar conciencia, pero muchos otros descartan estos argumentos. “Cualquiera que haya utilizado estos sistemas nunca diría algo así”, dijo Imad Khawaja, un investigador de inteligencia artificial de la Universidad de California.
Con el fin de convertirse en una pionera de la tecnología de inteligencia artificial, Google se ha enfrentado a una serie de escándalos y controversias en los últimos años. Diversos científicos y empleados de la empresa, discuten a menudo sobre tecnología y asuntos personales, en altercados que a veces han aparecido en los medios. El pasado marzo, Google despidió a uno de sus investigadores por criticar públicamente el trabajo de dos de sus compañeros. Más tarde despidió a otros dos investigadores de IA tras sus críticas a los modelos de lenguaje de la empresa.
Pero más allá de las polémicas internas de la empresa, la gran pregunta aquí es si fuera posible que un modelo de inteligencia artificial pueda ganar conciencia propia.
Habrá que ver cómo continúa desarrollándose esta historia. De momento, Google ha desmentido que LaMDA tenga consciencia. Lemoine, por su parte, ha reclamado un abogado para representar a la inteligencia artificial.