Julio García Gómez, experto en comunicación, expresión y relación social de la Fundación Casaverde, describe los 12 retos de conducta social para el año que comienza
"STOP. ZONA LIBRE DE MÓVILES", entre las propuestas para mejorar la comunicación
Menos pantallas y más diálogo personal
COMUNICACIÓN EN SALUD para potenciar la relación médico-paciente con la máxima efectividad y calidad asistencial
"COMPROMISO DE COMUNICACIÓN" basado en limitar las horas de uso de las pantallas
En el inicio de 2025, a la vez que tomamos las uvas con los mejores propósitos que nos planteamos año tras año, que resultan tan difíciles de conseguir, Julio García Gómez, experto en comunicación y relación social de la Fundación Casaverde, descifra las claves de conduta interpersonal que podrían mejorar y afianzar los vínculos sociales y familiares en cualquiera de los entornos en los que nos desenvolvemos.
Menos pantallas y más diálogo personal. Sería uno de los retos fundamentales y objetivo primordial para los días venideros, con un plan de acción de familiar en el que se limite el acceso a pantallas, y uso de teléfonos móviles en el ámbito familiar con el consiguiente incremento de la conversación y el diálogo personal.
Zonas libres de móviles y lugares para dialogar. Resultaría efectivo crear zonas en las ciudades y demás localidades del país, donde se restringiera el uso de teléfonos móviles y se fomentara el uso de la palabra como elemento básico de comunicación. "STOP. ZONA LIBRE DE MÓVILES" en lugares públicos como parques, jardines y demás zonas de esparcimiento y relación personal.
Comunicación en salud para potenciar la relación médico-paciente. Potenciación de herramientas para la comunicación en sanidad con el fin de mejorar la calidad asistencial en hospitales y demás centros con formación específica en habilidades de comunicación a los profesionales sanitarios y a los propios pacientes. La voz, la imagen y el lenguaje no verbal son elementos básicos que deben ser manejados con destreza también en el ámbito de la sanidad. La buena comunicación también es muy importante en los procesos de rehabilitación para conseguir los mejores resultados deseados en el menor tiempo posible.
Especial atención a la comunicación con los menores en casa y centros educativos. Es necesario que desde la familia se incentive la comunicación verbal con los más pequeños de la casa, para que después la escuela y demás centros puedan promocionar una comunicación eficaz para la enseñanza de contenidos, donde convivan las nuevas tecnologías con los métodos tradicionales para conseguir saber redactar, alcanzar fluidez verbal y otros métodos de desarrollo de habilidades como la lectura en voz alta y análisis de texto como contenido educativo transversal.
Comunicación más directa con nuestros mayores en el entorno familiar y en residencias. Las personas de más edad necesitan una comunicación directa personal donde aspectos tan básicos como la mirada, el tono de las palabras, los gestos y los saludos, propicien el afecto y el cariño hacia nuestros progenitores. En las etapas avanzadas de las personas resulta necesario fomentar en ellos proyectos de vida y objetivos alcanzables en los entornos familiares y en residencias.
Propiciar la comunicación en el ámbito familiar, padres e hijos. Es tarea de madres y padres crear el mejor ambiente en comunicación para que se eliminen barreras con sus hijos. de manera que a través de la palabra hablada, en la relación persona-persona, se creen los cauces más adecuados para la formación de los futuros adultos y su desarrollo social de cara a la relación de los hijos con amigos, compañeros de profesión y con la sociedad en general.
Estrategias para la expresión oral, la voz, el tono, el timbre. Hay que trabajar especialmente la expresión oral a través del manejo de la voz en los diferentes tonos, timbre y matices graves, medios y agudos con el fin de conseguir proyectar los sonidos que salen de la garganta, dar énfasis a las frases, evitar el desgaste de la voz y captar la atención de los interlocutores con registros adecuados para evitar la monotonía del tono que utilizamos para hablar.
El lenguaje paraverbal y gestual que apoya el no verbal. Los silencios, las pausas, la intensidad de la voz o la risa, configuran el lenguaje paraverbal que apoya lo que decimos con las palabras. A la vez que la mirada, los gestos, el movimiento de manos y la posición del cuerpo y las piernas, son elementos que potencian el poder de la palabra y afianzan la persuasión y atracción de los demás hacia su interlocutor.
La imagen que proyectamos: lo que transmitimos con nuestra manera de estar, el peinado o la forma de vestir. La primera tarjeta de visita ante los demás es nuestra propia imagen. La forma en que los demás nos perciben es el mejor espejo de nuestra personalidad. Presentarnos con naturalidad por la forma en que arreglamos el cabello o vestimos de una determinada manera, describen a las personas que tenemos enfrente lo que somos y queremos ser como una estrategia más de comunicación social.
Compromiso explícito para la conversación en la familia. Iniciemos 2025 con el firme propósito de un "COMPROMISO DE COMUNICACIÓN" basado en limitar las horas de uso de las pantallas en beneficio de la comunicación interpersonal. Podemos redactar un "compromiso de cumplimiento" y que todos firmen y aprueben su puesta en marcha.
Encuentros sociales para promover la relación personal. En nuestra hoja de ruta semanal y mensual resultaría saludable fijar encuentros sociales programados donde hubiera relación directa y personal con las personas de nuestro entorno social. Establecer unas horas a la semana para vernos con los demás y dialogar, puede ser uno de los mejores propósitos en comunicación para este año que estrenamos.
12. Manual de buenas prácticas de la comunicación más directa y persuasiva para el éxito profesional y en los negocios. Y por último recomendamos un "Manual de buenas prácticas de comunicación" donde cada cual pueda establecer unas normas de conducta y relación social con los demás con el objetivo de:
Promocionar la palabra hablada a través del diálogo.
Hacerla compatible con la escritura para la redacción de mensajes bien redactados.
Trabajar la voz en diferentes registros para evitar la monotonía del tono, persuadir y motivar a los que nos rodean con las palabras.
Proyectar nuestra imagen a los demás, de manera estudiada y estratégica, desde la naturalidad, para conseguir los objetivos que pretendamos en el ámbito social y profesional.