Sociedad

ATIM: Por una sociedad igualitaria

En la sociedad actual, es imprescindible reflexionar sobre la presencia y el papel de la mujer en diversos sectores, reconociendo su importancia y promoviendo la igualdad como un valor esencial en nuestra convivencia. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos significativos en este camino hacia la equidad.

Es innegable que, a pesar de los avances, la mujer no ha alcanzado una plena integración en todos los ámbitos. Por ejemplo, es común observar una escasa representación de mujeres de origen extranjero en general y las musulmanas en concreto en ciertos espacios, como en el sector laboral, donde persisten barreras de acceso y discriminación. Es esencial cuestionarnos qué criterios determinan esta exclusión y trabajar en la eliminación de prejuicios y estereotipos que limitan su participación.

Es fundamental comprender que el velo o la vestimenta tradicional no son indicativos de falta de capacidad intelectual o independencia. Debemos reconocer y valorar la diversidad cultural y religiosa, rechazando cualquier forma de discriminación o estigmatización y fortaleciendo la formación en todos los ámbitos de la mujer.

Las mujeres de origen extranjero en general y las musulmanas en concreto a menudo enfrentan una doble discriminación, tanto por su género como por su condición migratoria. Esta realidad se refleja en la brecha salarial, la explotación laboral y la vulnerabilidad ante la violencia doméstica, entre otros desafíos. Es crucial abordar estas injusticias y trabajar en la creación de políticas y medidas que promuevan su inclusión y empoderamiento.

Además, es importante reconocer el papel vital que desempeñan las mujeres y familias de origen extranjero en nuestra sociedad, tanto en el ámbito laboral como en el cuidado de mayores e hijos. Su contribución es fundamental para el desarrollo y el futuro de nuestro país.

Es importante destacar que las mujeres con nacionalidad española y origen extranjero son muy válidas, aunque frecuentemente no son consideradas por los partidos políticos ni participan en la política. Se debe incluir a estas mujeres para enriquecer el debate y promover una representación más diversa y justa en todos los niveles de gobierno.

Para avanzar hacia una mayor igualdad de género, es necesario seguir evaluando y eliminando los obstáculos que enfrentan las mujeres y niñas en su camino hacia el empoderamiento. Debemos trabajar juntos para crear un entorno inclusivo y respetuoso, donde se valoren y respeten la diversidad y los derechos de todas las personas, independientemente de su origen o género.

En conclusión, la igualdad de género no es solo un hecho, sino un valor fundamental que debe estar presente en todos los aspectos de nuestra sociedad, desde el ámbito educativo hasta el laboral y social. Solo así podremos construir un futuro más justo y equitativo para todas y todos.

JUNTA DIRECTIVA DE ATIM

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